Recado a Henry Ramos Allup, por Héctor Pérez Marcano
Pareciera tener razón el historiador inglés Toynbee cuando afirmó que los hechos históricos y las coyunturas se repiten en círculos. Hoy estamos frente a una coyuntura política como la de 1952 cuando la dictadura de Pérez Jiménez convocó a unas elecciones para elegir una Asamblea Constituyente que el régimen esperaba ganar para luego legitimar a Pérez Jiménez como presidente de Venezuela.
Se presentó el dilema participar o abstenerse, dado que no se confiaba en el máximo organismo electoral y se sospechaba que habría un fraude a favor de la dictadura. Dos partidos actuaban legalmente Copei y URD. El Partido Comunista y Acción Democrática habían sido ilegalizados por la dictadura.
El régimen creó su partido para participar: el Frente Electoral Independiente (FEI). Copei decidió participar con el lema “Copei es la solución”. URD sostenía su planteamiento de un gobierno de integración nacional. El Partido Comunista tuvo una vigorosa participación en la campaña electoral, Acción Democrática llamó a la abstención y denunció como fraude al proceso electoral. Rómulo Betancourt desde Nueva York también planteó la abstención. Jóvito Villaba junto con el escritor Mario Briceño Iragorry realizó una vigorosa campaña que fue clausurada con un mitin extraordinario en el Nuevo Circo de Caracas. La victoria demostró que A.D. y Betancourt estaban equivocados.
Creo, Henry, que decretar desde ya la abstención es un error y un suicidio político como lo fue la abstención del 2005. Además, es lo que le conviene al régimen.
Entonces, ¿qué hacer?: Luchar por un proceso electoral transparente y confiable. Luchar contra la sentencia del TSJ que usurpa a los partidos. Movilizar al pueblo para derrotar al TSJ. No podemos esperar que la solución venga de afuera. Aparte de que hoy hay serias dudas de que el Departamento de Estado norteamericano se decida a suprimir al régimen de Maduro. Quien lea el libro de Bolton se dará cuenta de la confusión que reina entre Trump y sus asesores sobre qué hacer con Venezuela-Sii ese grupo de asesores y consejeros y el mismo Trump entendiera que Venezuela forma parte de un grupo de países narcoterroristas – Rusia, China, Irán, Cuba, Corea del Norte – con intereses geopolíticos comunes y que son una amenaza para la libertad y la democracia ya habrían actuado.
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Aclaro que soy de los que creen, dado el reflujo de masas que la represión a ocasionado, que la única manera de expulsar a Maduro del poder es con una intervención militar aplicando el TIAR en toda su extensión. Considero que no sería una intervención; para mí sería una acción humanitaria, pues evitaría la muerte de miles de venezolanos que morirán si Maduro continúa en el poder, el régimen de Maduro es un régimen genocida. Lamentablemente Trump y sus asesores no lo entienden así; no imaginan el peligro que para la seguridad nacional estadounidense tal alianza entraña.
Así que los Ledezma, María Corina Machado y Diego Arria se quedarán esperando que el Comando Sur del ejército norteamericano resuelva el problema venezolano. Sería un error decretar desde hoy la abstención ello desarmaría al pueblo y anularía su capacidad de movilización y de lucha. ¡La abstención es desmovilizadora, paralizante!
Pérez Jiménez se burló del resultado del 52 pero finalmente el pueblo comandado por AD siguió luchando y lo echó del poder.
Mientras AD estuvo conspirando y poniendo la suerte de la democracia en manos de los militares el partido fue derrotado y diezmado su cuadro fueron a parar a la cárcel y al exilio.
Cuando el partido acudió a la movilización popular junto con el PCV el pueblo respondió y se logró la victoria. Guaidó no debe seguir haciendo llamados al Alto Mando Militar para que saque a Maduro del poder. Ellos son socios de la mafia narcoterrorista que controla y se beneficia del poder. Tienen intereses comunes Padrino, Diosdado y Maduro.
Hago un llamado a que AD no declare desde ya la abstención. Ello es un planteamiento desmovilizador y facilita los objetivos del régimen de perpetuarse en el poder. Hay que luchar para derrotar la sentencia del TSJ; luchemos ahora y después decidiremos de acuerdo al resultado de esas luchas si votamos o llamamos a la abstención.
Después de luchar si no hemos logrado derrotar al TSJ entonces podremos hacernos entender en nuestro llamado a la abstención. Si lo que tú haces favorece a tu adversario entonces estás cometiendo un error.