Refinanciar no es guisar, por Simón Boccanegra
Tobías Nóbrega respondió con el argumento proverbial de todos los que son cazados con las manos en la masa: las críticas que se le hacen serían «políticas» y buscan «agravar el problema fiscal» y torpedear las operaciones de refinanciamiento de la deuda. Este minicronista cree que refinanciar deuda es una opción enteramente válida y que correr la arruga es lo que hacen todos los deudores del mundo desde que el mundo es mundo. Pero lo que no es válido es aprovecharse de las tribulaciones fiscales de la República para sacar provecho personal. Una cosa es refinanciar y otra es guisar. Algunas de las operaciones realizadas se han hecho mediante una triangulación que introduce un tercer protagonista completamente innecesario, que hace una ganancia y cobra una comisión que vaya usted a saber como se reparte después, pero a la cual no debe ser ajeno el Mefistófeles que monta la olla para el guiso. Debo corregir al director en el editorial donde se explicaba el caso, porque la ganancia, aunque grande, no lo es tanto como se dijo. Fue obviada la consideración de un «factor de amortización» que reduce el precio actual de los Brady y Flirbs y por tanto la ganancia. Pero atraco es atraco, cualquiera sea el tamaño de la bolsa. Eso será explicado mañana.