Reinaldo Quijada: La “guerra económica” es una inmensa mentira
El candidato presidencial Reinaldo Quijada rechazó las afirmaciones del gobierno de Nicolás Maduro sobre la existencia de la denominada «guerra económica»
El candidato de la UPP 89 Reinaldo Quijada señala que el Presidente Maduro, y candidato a la reelección, ha hecho de las mentiras su principal instrumento de gobierno y considera que la mayor de ellas es la “guerra económica”, expone los argumentos que sustentan su afirmación y dice que es el signo más evidente de la claudicación ética del gobierno.
“La gran mentira de la IV República, de los años anteriores a Chávez, fue señalar que la Faja Petrolífera del Orinoco no contenía “petróleo” sino “bitumen”, y por eso se le llamaba la Faja Bituminosa del Orinoco. Se engañó a todo un país, se vendía el petróleo al precio del carbón. Su equivalente, en nuestros días, es la “guerra económica”, narrativa de una mentira sostenida en el tiempo y alimentada con el apoyo mediático, el apoyo de algunos economistas e incluso de algunos intelectuales”, empieza su exposición Quijada.
“Ciertamente hubo un antecedente que sí fue verdad, el sabotaje económico y petrolero de finales del 2002 y comienzos del 2003 con el cual se intentó derrocar al gobierno del Presidente Chávez. Luego empezó el festín del desvío de divisas, el fraude en el uso de las divisas preferenciales, el desangramiento del país, pero ya esa fase se hizo con la complicidad del ente gubernamental responsable CADIVI, y luego también del BCV y la laxitud general del gobierno. El mismo empresariado serio, que sí lo hay y no es la minoría, era sometido a la obligación de pagar coimas para obtener las divisas y coaccionado al silencio, otros eran cómplices”.
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“El verdadero deslave ético se dio con la enfermedad del presidente Chávez – recuerda Quijada – y luego con su fallecimiento, aunque en el año 2008 tuvimos el antecedente de PDVAL convertido por la opinión pública en PUDREVAL. Les era y les sigue siendo imposible a la mayoría de las empresas extranjeras, fabricantes de alimentos o insumos, venderle directamente al gobierno venezolano pero sí logran hacerlo a través de intermediarios o empresas de maletín que tenían acceso a las divisas preferenciales.
Las empresas públicas, como CASA, siempre compran a precios muy superiores a los precios internacionales, estos sobreprecios se ponen en evidencia cuando se les compara con compras de volúmenes pequeños de los mismos productos que efectuaban empresas del sector privado. También compran productos de baja calidad o vencidos a precios de productos de primera. Siempre compran en “alza” de precios internacionales y nunca en “baja”.
Se compra en términos no usuales en el comercio internacional (términos FOB o FAS, en lugar de términos CIF que era un requisito obligatorio de CADIVI). Los contenedores que traían las importaciones de PDVAL, pertenecían a PDVAL, cuando lo normal es que pertenecieran a empresas especializadas en el manejo de contenedores.
Todo este entramado de procedimientos, extraños o atípicos en el comercio mundial, lo que buscaban era ocultar la corrupción. Y, finalmente, el gobierno se dejó de “tonterías”, hace 3 años, se reservó todas las importaciones de alimentos e insumos con la intención de no ponerse en evidencia con los sobreprecios descomunales y con las demás irregularidades”.
“La mayoría de estos hechos nosotros los denunciamos en comunicación enviada al Presidente Maduro y al VP Arreaza, en fecha 25 de abril de 2013; es decir, sólo 6 días después de la toma de posesión de Maduro, pero nadie nos hizo caso”, finaliza su explicación el candidato Quijada.