Replay, por Simón Boccanegra
Seguramente hoy los precios de los bonos venezolanos experimentarán una caída. A menos que ya los mercados hayan descontado las bravuconadas del Presidente y no le paren mayor bola al replayde ayer sobre las “reservas excedentarias”, la autonomía del BCV y el control de cambios hasta el 2021. Pero, es de dudarlo, porque no hay nada más cobarde que un millón de dólares. La sola sospecha de que el gobierno, en verdad, le va a meter mano a las reservas internacionales conjura el fantasma de la cesación de pagos, de lo que en la jerga del medio llaman default, y lleva a sus tenedores a desprenderse de los papeles venezolanos. Pero, todo esto es para consumo electoral. No importa que la República deba pagar más intereses cuando caen los precios de los bonos y aumenta el riesgo, porque, ¿hay argumento electoral más seductor que ese de contraponer miles de millones de dólares que “sobrarían” en las reservas internacionales a las miserias del pueblo? Pura demagogia. Un gobierno que ha gastado los ingresos petroleros más elevados que jamás hayamos tenido y que, encima, se ha endeudado a un ritmo cuartorrepublicano, sin que se le vea el queso a la tostada, confiesa su fracaso cuando quiere raspar la olla del Banco Central.