Resiliencia: sí o sí, por David Somoza Mosquera
Twitter: @DavidParedes861
Preparada, adaptable, colaborativa, confiable y responsable. Esos son los cinco rasgos que debe poseer una empresa para ser más resistente a las disrupciones que se puedan presentar, asegura la firma Deloitte en su artículo 5 Traits of Resilient Organizations, publicado en Harvard Business Review. Solo que para que esto funcione todos esos atributos deben estar engranados, pues es lo que les permitirá a las compañías aumentar su resiliencia y fortalecer su desempeño en contextos adversos.
Qué mayor prueba que lo que han enfrentado a lo largo de 2020 y en lo que va de este año. Han tenido que afrontar una situación totalmente inesperada, como lo ha sido la pandemia. Algunas sortearon la crisis y salieron airosas, incluso fortalecidas, y otras no fueron tan afortunadas.
Pero todas aprendieron una lección y es que hay que estar preparadas hasta para aquello que pareciera inviable desde todo punto de vista.
De hecho, ejecutivos empresariales esperan seguir enfrentado lo inesperado este año y, lo más importante, es que lo ven como una oportunidad. Y es que hacerle frente a esa disrupción en tiempo real puede fortalecer la capacidad de recuperación de una empresa y a las cifras me remito.
*Lea también: La carrera contra reloj para un desarrollo inteligente, por Gioconda Cunto de San Blas
Deloitte menciona una encuesta reciente de 2260 CXO realizada en regiones e industrias globales, en la que se señala que 60% de los ejecutivos dijeron que «anticipaban que las interrupciones ocasionales o regulares continuarán en la escala que estamos experimentando ahora». Además, antes de 2020 24% de los encuestados aseguraron que se sentían listos para liderar a través de las dificultades, durante la pandemia aumentó a 34%.
Sin embargo, no es suficiente responder a una crisis en curso. Las empresas y sus líderes deben actuar con anticipación, deben poder evaluar rápidamente situaciones y tomar buenas decisiones, como planificar nuevos modelos comerciales, diversificar las operaciones, capacitar a su personal y generar confianza a todos los niveles y esto incluye a clientes, socios comerciales, trabajadores y, por supuesto, la comunidad donde se desenvuelve.
Esto lo vemos en las compañías que mejor torearon la pandemia: se abocaron a la digitalización de sus procesos, crearon nuevas oportunidades de mercado, desarrollaron nuevos productos y servicios y brindaron más opciones para que los empleados realizaran sus funciones. Todo esto contribuye en el desarrollo de la resiliencia en las empresas.
Los negocios para ser resilientes necesitan personas ágiles, que se sientan cómodas con la ambigüedad que pueden producir ciertas situaciones y capaces de cambiar casi de forma inmediata. Tan es así que los ejecutivos consultados clasificaron la flexibilidad/adaptabilidad como el aspecto más importante de la preparación para el futuro de sus compañías.
Así que, para poder recuperarse de una crisis, una compañía requiere de una planificación cuidadosa antes de que suceda. No se puede dejar a la suerte o a la improvisación. Esto implica inversión, esfuerzo y una cultura que adopte la previsión, la agilidad y la flexibilidad. En resumen: la resiliencia.
Como se pudo constatar a raíz de la crisis sanitaria, el mundo está experimentando cambios cada vez más rápidos, impredecibles y sin precedentes. «Los eventos catastróficos serán más frecuentes, pero menos predecibles», advierte McKinsey & Company en su artículo The resilience imperative: Succeeding in uncertain times.
Es verdad que las empresas no pueden anticiparse o prepararse para todos los imprevistos, situaciones adversa o crisis, pero su capacidad de responder rápida y eficazmente puede marcar la diferencia. La pandemia ha significado un llamado de atención que no se debe ignorar. Si las compañías quieren prosperar deben desarrollar resiliencia, que es «la capacidad de resistir amenazas o cambios impredecibles y luego emerger más fuertes».
David Somoza es especialista en temas de negocios y manejo de capital humano.
TalCual no se hace responsable por las opiniones emitidas por el autor de este artículo