Revivir la Alcaldía Metropolitana, solución para no dejar a Miranda sin cuatro municipios
Elías Sayegh, alcalde de El Hatillo, un municipio de Miranda que se vería afectado de aprobarse el proyecto propuesto por el oficialismo, señaló que el mismo era «írrito e inconstitucional» y que además ocasionaría que el estado perdiese la mitad de su presupuesto
Luego de que Jacqueline Faría, designada por Nicolás Maduro como jefa de gobierno de Distrito Capital tras la muerte de Darío Vivas, anunciara el 4 de enero su intención de llevar a la Asamblea Nacional de mayoría chavista un plan de anexión de los municipios Chacao, El Hatillo, Baruta y Los Salias a su jurisdicción, se encendieron las alarmas de los cuatro alcaldes que se verían afectados ante ese posible cambio, inconstitucional, de hecho.
Una asamblea ciudadana «Defendamos a Miranda», convocada para este 18 de enero, fue una de las primeras acciones que emprendieron tanto ciudadanos como representantes municipales, para discutir sobre ese proyecto «irrito y constitucional», como lo consideró el alcalde hatillano Elías Sayegh, y además hacer una «contrapropuesta» en rechazo a esa idea.
De acuerdo con Sayegh, ese planteamiento desmembraría a Miranda y poco ayudaría en crear una visión conjunta e integral de Caracas, pues cree que precisamente para eso en el artículo 18 de la Constitución se establece que debe existir una unidad político-territorial de Caracas, a través de un sistema de gobierno municipal a dos niveles, en Libertador y en los cuatro municipios metropolitanos del estado mirandino.
«El Gobierno de Distrito Capital no es participativo ni democrático. Por eso no podemos dejar que nuestros municipios pasen a ser parte de ellos. Allí lo que existe es el dedo de Miraflores. Entendiendo que Caracas necesita un segundo nivel de gobierno que respete la territorialidad de Miranda. Por ello, propongo que vuelva a ser creada la alcaldía metropolitana de Caracas con todas sus autoridades electas por el pueblo caraqueño», expresó Sayeh, en medio de la reunión a la que acudieron también vecinos y otros dirigentes políticos, entre ellos Mercedes Malavé.
En 2017, la Asamblea Nacional Constituyente acordó la disolución de la Alcaldía Metropolitana, un órgano creado con la intención de tener una mejor coordinación de temas como la seguridad y servicios públicos de la ciudad. De allí que en el año 2000 se creara el «Distrito Metropolitano de Caracas». No obstante, la Asamblea Nacional que estaba a cargo para el momento en que Antonio Ledezma ganó las elecciones decidió eliminar ese distrito y crear dos entidades, Distrito Capital, que estaría bajo la tutela del gobierno, y el Área Metropolitana de Caracas, con autoridades electas a través del voto popular.
Miranda se quedaría sin la mitad de su presupuesto si se anexaran las cuatro municipalidades a la capital venezolana, comentó Sayeh y con él, en ese punto, concordó David Uzcátegui, exconcejal principal del municipio Baruta, quien aseguró que la mayor parte de la actividad concejal y empresarial del estado se concentra en esas jurisdicciones.
Autoridades elegidas a dedo
Uzcátegui señaló que una de las consecuencias que surgiría a partir del cambio planteado sería que el mirandino no tendría derecho a elegir a su gobernador, puesto que esta sería la gobernación del Distrito Capital. «Tendríamos una institución asignada a dedo y no por voto popular», sentenció.
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En tal sentido, comentó que lo que pretende lograr el régimen de Nicolás Maduro es destruir los cuatro municipios que son ejemplo a seguir en el país, para después guardarles las cenizas, y destacó que la otra Miranda, en la que no están cuatro municipios que ellos gestionan, está completamente abandonada.
«Los ciudadanos ansían tener la misma calidad de vida que tienen la gente de los municipios Chacao, El Hatillo y Baruta.
A propósito de ello, Darwin González, alcalde del municipio Baruta, expresó que sería un pesar que sus municipios se conviertan en la sombra que es el Libertador, donde, a su juicio, «a los gobernantes no les duele lo que pasa», y que por ello, entre muchas otras cosas, mantienen destruidos los teatros y demás espacios fundamentales para el fomento de la cultura.