Riesgo país, por Simón Boccanegra
Riesgo-país no es un concepto literario. Un país no es más o menos riesgoso para el inversionista porque alguien diga una u otra cosa. Por ahí salió una institución francesa asegurando que Venezuela es un país sin riesgos para el inversionista. Es muy bueno que lo haya dicho y es lógica la euforia de Hugo ante esa noticia. Pero vaya Giordani a pedir prestado en bancos franceses a ver qué pasa. Seguramente le dirán que con mucho gusto pero que los intereses estarán unos 10 puntos por arriba de los que reciben los bonos del Tesoro gringo. Más de lo que pagaría cualquier país latinoamericano, con excepción de Ecuador. Ahí está el riesgo-país y no en la retórica política. ¿Por qué pagaríamos tan caro si pidiéramos prestado en el mercado internacional? Porque a pesar de los 20 mil millones de dólares en las reservas internacionales, a pesar de los precios todavía altos del petróleo, los «sismógrafos» del mercado global registran temblores en Venezuela. Por lo general los produce Hugo con sus discursos. Por eso los números del riesgo-país nos resultan tan desfavorables. La moraleja de esta historieta no es difícil de entender.