Roberto Enríquez, el político reformista y demócrata cristiano
13 políticos venezolanos competirán en las próximas elecciones primarias del 22 de octubre, estas tienen como propósito elegir al candidato unitario de la oposición para los comicios presidenciales de 2024. Roberto Enríquez, abogado y político reformista, es una de las figuras en la contienda
Roberto Enríquez es un político reformista y demócrata cristiano, de fuertes convicciones en relación a la familia, la vida y en su preferencia por los más vulnerables de la sociedad. Heredando las consecuencias del torbellino político de los 90, en varias ocasiones ha promovido reformas a la política, identificándose con la frase «no se trata de la vieja o la nueva política, se trata de la buena o la mala política».
Nació en Caracas el 14 de julio de 1968, graduado de abogado en la Universidad Santa María. Exdiputado a la Asamblea Nacional en el período enero 2011 a enero 2016, fue dirigente estudiantil universitario y secretario general de la Alianza Nacional Estudiantil. En 1989 se muda al estado Zulia, donde participa activamente en el comando de campaña de Oswaldo Álvarez Paz, para la gobernación del estado y es donde decide inclinarse a su vocación social y política dentro de la democracia cristiana venezolana.
Fue escalando posiciones en las filas del partido Copei, una organización con 77 años de existencia que ha gobernado el país en los períodos 1968-1973 y 1978-1983, y que, desde 2015, atraviesa un proceso legal tras ser intervenido por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
Fue secretario nacional de formación política, secretario nacional de participación ciudadana, miembro de la dirección nacional, vicepresidente nacional y actualmente presidente nacional y también vicepresidente la Organización Demócrata Cristiana de América ODCA.
En el año 2006 fue jefe de campaña del candidato presidencial Sergio Omar «El Cura» Calderón. En 2010, es electo diputado a la Asamblea Nacional por el estado Miranda.
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En 2014, intervino en el primer diálogo entre la oposición y el Gobierno de Nicolás Maduro con recordadas frases como «el modelo socialista que ustedes aplicaron fracasó» o «presidente, yo creo que ustedes las cosas las están haciendo muy mal».
Como político y abogado siempre ha elegido la lucha democrática. El 2 de abril de 2017 fue detenido en la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), bajo la acusación de traición a la patria e instigación a la rebelión. Debió refugiarse en la residencia del embajador de Chile, donde permaneció durante cuatro años y medio siendo el venezolano que más tiempo ha estado en esa condición en una sede diplomática. Su permanencia allí fue activa y no dejó de aportar en el fortalecimiento de su organización política, así como en la lucha democrática.
Luego de intensos esfuerzos del Nuncio Apostólico y el gobierno chileno logra salir de la sede diplomática chilena, con el archivo de su causa judicial, para incorporarse inmediatamente en la comisión negociadora de México, siendo uno de los miembros del equipo opositor de la Plataforma Unitaria Democrática.
El abogado de 55 años, fue el primero en oficializar su aspiración ante la Comisión Nacional de Primaria, el 14 de junio de 2023, comicios pautados a celebrarse el 22 de octubre de 2023. Recibe el respaldo de las organzaciones Nuvipa, Vida, Familia y Libertad (Vifalib).
«Venezuela necesita un gobierno reformista»
Enríquez afirma que las primarias «son el corazón de la estrategia unitaria» y que pase lo que pase lo más importante es preservar la unidad. «Que todos tengamos el compromiso y la claridad de que vamos a derrotar a Maduro en 2024», ha declarado en multiples ocasiones.
Dijo cuando formalizó su inscripción: «El 80 % de los venezolanos quiere salir de (Nicolás) Maduro. La primaria es el instrumento para darle legitimidad al liderazgo político y unificar a esa gran mayoría de venezolanos que quiere cambio».
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A su juicio, Venezuela necesita lo que él ofrece, «un gobierno humanista, cristiano y reformista y con una profunda vocación por el consenso», para dejar atrás el conflicto de los últimos años.
El también miembro de la delegación opositora para el diálogo con el Gobierno, se define como cristiano y, en entrevistas anteriores con medios de comunicación, enfatizó que combatirá la «ideología de género», al considerar que la promoción del descubrimiento temprano de la transexualidad agrede «la inocencia, dignidad e integridad» de los niños.