Rodney Álvarez, trabajador de Ferrominera, lleva ocho años preso sin recibir sentencia
Rodney Álvarez, trabajador de Ferrominera, denuncia que insisten en atribuirle un crimen que asegura no cometió, se declara preso político y anuncia que no asistirá más al tribunal
El 9 de junio del 2011 en una asamblea de trabajadores de Ferrominera del Orinoco, que tenía como objetivo la elección de la comisión electoral del sindicato de esa empresa estatal, fue asesinado el obrero Renny Rojas producto del impacto de dos disparos. Los asistentes a la asamblea laboral y las cámaras de seguridad observaron y captaron el momento en que Héctor Maicán, directivo sindical y militante del Partido Socialista Unido de Venezuela, efectúo tres disparos a la multitud reunida, hiriendo a los trabajadores Luis Quilarque y Renny Rojas.
Esta es la reseña que sobre el suceso publicó laizquierdadiario.com.ve, portal que además agregó que inicialmente fue señalado como responsable del asesinado a Héctor Maicán, quien incluso estuvo detenido y a quien las cámaras de seguridad incriminarían en el hecho. En la misma reseña se señala que dos dias después Maicán fue dejado en libertad bajo régimen de presentación y por «presión» de quien para el momento era gobernador de Bolívar, general Francisco Rangel Gómez.
Aseguran en laizquierdadiario.com.ve que las referidas cámaras de seguridad dan cuenta de que Rodney Álvarez se hallaba lejos del lugar donde ocurrieron los disparos. Sin embargo, sigue detenido 8 años después, sin haber sido sentenciado, sufriendo tres atentados en prisión y sin esperanzas de recibir justicia. En una carta redactada este 15 de julio Álvarez narra la experiencia vivida, se declara preso político y anuncia que no volverá más al tribunal que conoce la causa.
Hay que acotar que Álvarez apoyaba al secretario general del sindicato de Ferrominera, Rubén González -quien está detenido desde hace más de siete meses en la cárcel de La Pica, Monagas, sometido a un tribunal militar. Ambos integran una corriente sindical que en un principio apoyó al presidente Chávez, pero su distanciamiento no fue aceptado democráticamente. A continuación la carta de Rodney Álvarez
Rodney Álvarez, obrero de Ferrominera, Internado Judicial El Rodeo II, 15 de Julio de 2019. A la clase obrera y al proletariado mundial:
Después de ocho años que me han mantenido en prisión, he entendido que mi caso no reviste carácter penal, donde como ciudadano tengo el derecho de demostrar mi inocencia según lo que rezan las leyes burguesas del estado capitalista Venezolano. Durante estos ocho años, me han recluido en varias cárceles del país, lejos de mi grupo familiar y de mis compañeros de vida, de trabajo. La empresa Ferrominera ubicada en el estado Bolívar, propiedad del Estado venezolano me despidió, me quitó mi salario y los beneficios de los cuales gozaban mis tres hijos por contrato colectivo.
En estos ocho años he sufrido de tres atentados contra mi vida. Hoy, producto de esto, me encuentro lisiado de mi mano derecha, sin que el Estado que se jacta de que la cárcel de El Rodeo II es una cárcel modelo, no me ha garantizado ni seguridad y menos la atención médica. Ocho largos años se han realizado pocas audiencias en el Tribunal 12 de Juicio donde han podido declarar los testigos y expertos promovidos por mi defensa, quedando claro que no hay un elemento que me incriminen, demostrándose que soy inocente. Las pocas veces que el juicio tiene un avance se interrumpe por culpa del juez y la fiscal.
Al inicio fui acusado por la Fiscalía y dos abogados privados financiados por la gobernación del estado Bolívar dirigida para ese entonces Coronel(r) Carlos Rangel Gómez, una vez que culmina su periodo como gobernador se fue a México, los abogados privados desistieron porque la gobernación ya nos les pagaba, manteniéndose como acusador únicamente el representante del Ministerio Público, quien no ha asistido las últimas tres audiencia. Mi defensa ha hecho uso de todos los recursos establecidos en el Código Procesal Penal, pero aún me mantienen prisionero, negándoseme todos los beneficios que por sus propias leyes me corresponden.
Ocho años donde se me ha negado el derecho a la defensa, el proceso se interrumpe y se ha reiniciado ya por octava vez, a los compañeros obreros que son claves como testigo y han declarado a mi favor, los han encarcelado. En la última audiencia el secretario del tribunal de la causa frente a mi defensa, me dijo de manera alterada y con desesperación, «hasta cuando Rodney que esperas tú, o es que no quieres estar con tu familia, a ti, te abandono tu sindicato, tu primera defensa, decide hasta cuando con esto, vale, nosotros estamos claro que tú eres inocente, que el asesino es Maican, pero la orden es que tu asumas los cargos y nosotros inmediatamente te damos un beneficio de libertad condicional bajo presentación, ya te falta poco, ya con ocho años que llevas, solo quedaras bajo presentación. De lo contrario te pudrirás aquí.
Ahora con todo esto que estoy viviendo, echo mí mirada atrás para ver y recordar mis antecedentes, y solo recuerdo que soy hijo de proletarios, nacido en un barrio obrero del estado Bolívar, una vez cumplida mi mayoría de edad me fui a la fábrica a vender lo único que me ha pertenecido, mi fuerza de trabajo, a ganarme mi sustento, generando ganancia, plusvalía para el patrón, ¿acaso es por lo que se me condena?, ¿por ser un obrero?, por pertenecer a la clase que está llamada a superar a romper con la esclavitud del trabajo asalariado.
Entonces reviso la hoja de vida, los antecedentes de mis captores, de mi carceleros, y veo que el actual fiscal general, el abogado Tarek Williams Saab y como su secretaria privada de despacho señora Dalia Vegas son los mismos que en el año 2009 que para entonces era el gobernador y su respectiva secretaria en el estado Anzoátegui ordenaron a un pelotón de 60 policías reprimir una manifestación de los compañeros de la empresa Mitsubishi que se encontraban reclamando un mayor salario donde murieron por disparosw los compañeros obreros Pedro Suarez y José Marcano, los antecedente del presidente del Tribunal Supremo de Justicia, abogado Maikel Moreno está incurso en el delito de asesinato en primer grado contra un obrero en Ciudad Bolívar en el año 1987 , así como el asesinato de un joven el 4 de mayo tres meses después del caracazo de 1989 que para entonces dicho abogado era agente activo de la policía política Disip ahora Sebin , son ellos mis captores, mis carceleros.
En este sentido hago del conocimiento a la clase obrera y al proletariado mundial, que me declaro en rebeldía, que he entendido que al reo que persigue este régimen es a la clase obrera, soy prisionero político, ya no le seguiré el juego a mis captores, no asistiré más a los tribunales, al palacio de la injusticia, ya no le seguiré el juego a la juez Paolette Guevara y al secretario de tribunal. Solo me resta decirles a mis captores a mis secuestradores, en algún momento de la historia les corresponderá a ustedes sentarse, en el banquillo donde me tienen ahora, a rendir cuentas de todos sus actos y manos manchada de sangre de la clase obrera, y pueden estar seguro que se le brindara un juicio gratuito sencillo y expedito.