Rodolfo Sanz, el neoliberal; por Simón Boccanegra
Lo que son las cosas de la vida. Rodolfo Sanz, minpopoindustrias básicas, acaba de hablar a los trabajadores de Sidor con el mismo lenguaje de los señores de Ternium. «Les he dicho claramente a los trabajadores que no podemos asumir Sidor para quebrarla ni reproducir un esquema de una relación laboral sin medir los estados financieros de la empresa». Lo aseveró el domingo en el programa de José Vicente Rangel. Lo mismito les decían a los trabajadores los directivos de Ternium, propietaria de la Siderúrgica del Orinoco, durante la discusión contractual que terminó abruptamente con la estatización de la planta. Este minicronista tiene la sospecha de que a Rodolfo Sanz le puede quedar poco tiempo en el cargo. Primero, porque a diferencia de casi todos sus colegas, tiene una buena formación y, al menos en un libro que le leí, piensa con su propia cabeza. No sé si ya Chávez se la cambió por la suya, pero la frase que cito más arriba no es de las que le gustan mucho a Yo-El-Supremo porque es absolutamente sensata y, además, en la jerga ignara de Chávez, muy «neoliberal». ¿Estados financieros de la empresa? ¿Qué vaina es esa?, se preguntará el Presidente. Segundo, porque el hombre sabe que las reivindicaciones que exigía el sindicato probablemente son de esas que pueden llevar una empresa a la quiebra y se atrevió a decirlo públicamente. Tercero, porque a Chávez ya le debe haber llegado el chisme del comentario que hizo Sanz sobre Pdvsa: «Aquí (en Guayana) tenemos que ser eficientes porque no nos podemos dar el lujo de Pdvsa, donde por más que la roben, los precios del petróleo la sostienen». Al rey no le gusta que digan que anda desnudo.