Rubén González negó tener aspiraciones de ser diputado a la AN
El líder sindical Rubén González pidió a Vladimir Padrino López que reconsidere y analice los casos de los militares que están presos actualmente
El dirigente sindical de Ferrominera, Rubén González, que fue uno de los beneficiados por el «indulto» firmado por Nicolás Maduro el 31 de agosto, aseguró que nunca cometió delito que justificara su arresto arbitrario y posterior «secuestro» en la cárcel de La Pica en el estado Monagas. «Yo no cometí esos delitos, pero usaron tribunales militares y todo eso para agarrarme y ponerme tras las rejas», enfatizó.
González resaltó que es necesario continuar dando la lucha por una Venezuela libre, que permita el reencuentro y se salga adelante porque «más allá de Rubén González, hay un país, una familia que está sufriendo». En ese sentido, agradeció a todos los medios, ONG y países que se pronunciaron en favor de que se le concediera la libertad tras dos años de estar detenido.
Recordó que en un principio respaldó al chavismo para poder «salir de los adecos y los copeyanos que son unos malandros y unos corruptos», donde empezaron a ver en la figura de Hugo Chávez como alguien que podría hacer justicia y conformar un gobierno «decente, pluralista y democrático». Sin embargo, recalcó que no representa a ideologías políticas sino a los trabajadores «dentro de todos los que son sus beneficios laborales» y por eso, lo que es malo e injusto lo va a criticar.
Dijo que al ser crítico con lo que estaba ocurriendo en torno a los trabajadores, empezaron a pasarle por encima y ponerle grupos «obedientes al gobierno» y fue enviado a prisión por primera vez en 2009 por defender los derechos laborales. «No podemos tapar el sol con un dedo (…) Las cosas están funcionando mal. Las cosas están mal en Venezuela».
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Denunció que varias empresas básicas como Alcasa, Venalum, Carbonorca, Bauxilum están cerradas, así como Ferrominera no produce lo que debe, las fallas en la central hidroeléctrica y la debacle de Petróleos de Venezuela, evidencian que la situación no es buena. «Por decir esto lo catalogan a uno como un conspirador, lo catalogan a uno como un saboteador, que uno está en contra del gobierno, en contra de todo lo que está gobernando».
Cree que en la Constitución está amparada la libertad de expresión, por lo que continuará señalando aquello que esté mal, al tiempo que resaltó que existen sectores de la oposición que «no quieren nada conmigo» porque «andan en un chanchullo siempre». Reconoció que todos tienen errores y por eso, está abierto y receptivo a las críticas y señalamientos para mejorar aquello que se esté haciendo mal.
«Yo soy de ese tipo de personas que no me las sé todas (…) Sé que me puedo equivocar, pero si nos ponemos sordos, ciegos y mudos a no entender que las cosas están malas, que estamos en una situación bien difícil en nuestro país, eso es vivir en la fantasía. Eso es vivir en Marte, en Júpiter, en la Luna, pero no aquí en Venezuela», destacó en una entrevista concedida al periodista Vladimir Villegas en su programa «Vladimir a la Carta».
Hizo un llamado al ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, para hacer un acto de reflexión respecto a los efectivos militares presos en sitios de reclusión castrense porque están detenidos «sin lógica, solamente por un mandato». Explicó que hay personas con menos de cinco años de condena, están allí en La Pica, por lo que solicitó al titular de la cartera de Defensa a que se revisen los casos de los funcionarios militares presos.
Subrayó que hay personas presas que están implicadas en golpes de Estado, que fueron involucradas pero que realmente no cometieron ese error. «El gobierno lo sabe y Padrino López, me disculpa, pero debe saberlo porque usted es la máxima autoridad en este caso de los militares y por eso le pido encarecidamente que haga un acto de revisión en los casos de Santa Ana, La Pica y Ramo Verde para sacar a muchos compañeros que están allí».
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Al ser preguntado por su situación, de ser un civil detenido en una cárcel militar, Rubén González dijo que había una «contradicción» debido a que en la misma Constitución establece que los civiles deben ser juzgados por tribunales civiles, recordando que no es militar. En ese sentido, calificó lo ocurrido como una «irregularidad muy grande» y acotó que su caso levantó revuelo en el mundo por lo ocurrido.
Puntualizó que no cometió el «ataque al centinela» y los militares estaban en supuestos actos de resguardo en los portones de Ferrominera para que él no pudiera entrar a hablar con los trabajadores de las empresas básicas. Además, destacó que todo el proceso en su contra fue «amañado» e «inaudito» porque observó que los jueces «seguían un guión». Ante eso, pidió que las instancias judiciales se rijan por las normas y sean imparciales.
A pesar de haber pasado por una detención arbitraria, González manifestó que sus señalamientos seguirán teniendo el mismo tono y si hace o dice algo malo, que le rectifiquen.
Rubén González expresó que la esperanza no se puede perder y los sueños, tampoco, por lo que afirmó que está esperando «algo bueno que viene de parte de Dios para la bendición de todos los venezolanos», pero mientras tanto, es necesario que se active la fe y la esperanza que se vivirá en un país mejor, con una economía fortalecida, que se haga a un lado la confrontación. Se dirigió a los trabajadores de las empresas básicas, que más allá de las diferencias ideológicas, existe una coincidencia que es defender los derechos de los trabajadores, así como a la unión de todos los sectores.
Denunció que sus familiares también sufrieron por su detención, ya que además de romper las paredes de su casa y entrar a la fuerza en su residencia, agredieron a su familia. Dijo que golpearon a una hija suya que estaba embarazada y que parió a los niños, que después murieron. También fueron víctimas de situaciones similares una sobrina, a su hermano, cuyas agresiones fueron perpetradas por efectivos de la Guardia Nacional.
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«Después que hicieron eso, nadie entró a mi casa, nadie hizo nada y nunca hablaron nada de lo que hicieron en mi casa (…) A mi nieta mayor, la agarró un organismo del Estado en un carro para intentar secuestrarla, pero gracias a Dios que había gente por allí que hicieron el alto y la soltaron. A mi hija mayor la persiguen (…) echan disparos al aire».
Sobre las declaraciones del presidente de la impuesta asamblea constituyente, Diosdado Cabello, de apresar nuevamente a todos los que se «embochinchen», Rubén González insistió en que tiene derecho a expresar sus opiniones respecto a cómo están las cosas en el país y si lo van a perseguir nuevamente por esa razón, «bueno, estamos en una dictadura porque nadie puede hablar porque nos meten presos». Le aconsejó que en vez de enviar mensajes de confrontación, que pueda enviarse palabras de reconciliación.
Dejó en la «conciencia» del mandatario Nicolás Maduro y del ministro de Educación, Aristóbulo Istúriz, que si consideran a Ruben González como «un espejo en el que no se pueden ver», recordando que cada ser humano es único, tiene una forma de pensar diferente y dispone del libre albedrío.
Negó que tenga aspiraciones a lanzarse como diputado a la Asamblea Nacional en las venideras elecciones parlamentarias, ya que sus pensamientos están en el reencuentro con los trabajadores de las empresas básicas y que tanto los de Guayana, como los demás trabajadores en el país, puedan levantar su voz para reclamar sus beneficios.
Expresó que en una oportunidad sí lo visitó la Defensoría del Pueblo para hacer un informe por los distintos padecimientos médicos que pasó como crisis hipertensiva, problemas en los riñones, casi siete días sin comer, fiebres altas, pero no hicieron nada.
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