Ruptura de gasoducto en Monagas reduce drásticamente la producción
Un gerente de Pdvsa en Monagas y dos dirigentes del sindicato petrolero que trabajaban en el área del Furrial, culparon a la corrosión del oleoducto y años de mantenimiento insuficiente, de ser los causantes de la explosión del gasoducto
Petróleos de Venezuela (Pdvsa) cerró aproximadamente una quinta parte de su producción de gas natural debido a la ruptura de un gasoducto, ocurrido el 20 de marzo, que obligó al cierre del complejo de compresión de alta presión Pigap II.
El complejo clausuró el gasoducto interrumpiendo hasta 560 millones de metros cúbicos por día de producción de gas de los campos maduros Furrial y Quiriquire en el estado Monagas. El cierre también afecta la producción de crudo en los campos donde se reinyecta el gas.
El incidente redujo aproximadamente 19% de la producción total actual de gas de Pdvsa, de unos 3.000 millones de metros cúbicos diarios, según un alto funcionario de la filial de gas de Pdvsa Gas. La mayor parte de la producción de gas de Pdvsa ya se ha quemado, informó la agencia Argus.
Las reparaciones podrían demorar hasta seis semanas, según un informe de incidentes de la petrolera estatal.
Un gerente de Pdvsa en Monagas y dos dirigentes del sindicato petrolero que trabajaban en el área del Furrial, culparon a la corrosión del oleoducto y años de mantenimiento insuficiente, de ser los causantes de la explosión del gasoducto, señaló el reporte.
Una sección corroída de la línea se agrietó cuando Pdvsa intentaba aumentar el volumen de gas transportado desde Furrial hasta la Planta de Inyección de Gas a Alta Presión Pigap II, donde se comprimiría para reinyectarlo, dijo el gerente de la empresa.
La explosión provocó un incendio que se prolongó durante más de una hora hasta que Pdvsa cerró los flujos de gas a través del gasoducto.
Pigap II fue construido por Williams International y encargado en 2001. El fallecido ex presidente Hugo Chávez expropió este complejo a mediados de 2009.
El Ministerio de Petróleo culpó del incidente a un «ataque terrorista», una acusación hecha habitualmente por la administración de Nicolás Maduro para explicar los frecuentes colapsos de la industria petrolera.