Rusia en cápsulas: Se encienden las alarmas en Brasil

Vladimir Petkovic, entrenador de Suiza, había dado la orden de frenar a la estrella brasileña Neymar a patadas. Y se teme que vaya a ser el procedimiento de todos los rivales de Brasil durante el Mundial
Se encienden las alarmas en Brasil, luego que la estrella Neymar saliera adolorido del partido ante Suiza. Al delantero le hicieron 14 faltas, pero el árbitro principal apenas sancionó 10 con dureza y cierta permisividad, dejándole al jugador brasileño consecuencias que hoy lamentan en su país. Neymar salió cojeando del estadio, mientras que informaciones de prensa señalan que el futbolista pidió ver a Rodrigo Lasmar, el doctor de la CBF y la persona que le operó del pie en febrero. Pese a que el médico dijo que el astro está bien y los golpes sufridos no revisten importancia, la preocupación invade el senos se de la selección brasileña. Y más aún, cuando el equipo no tuvo la mejor presentación.
Vladimir Petkovic, entrenador de Suiza, había dado la orden de frenar a la estrella brasileña a patadas. Y se teme que vaya a ser el procedimiento de todos los rivales de Brasil durante el Mundial. Y hay pánico. Años atrás, la estrella holanders Marco Van Vasten se vio obligado a retirarse prematuramente de la práctica del fútbol, por culpa de las lesiones en sus tobillos, producto del juego brusco de sus rivales. Hoy, el arbitraje tiene la obligación de preservar al jugador talentoso, y sancionar con más severidad las faltas y la mala intención de frenar a los rivales como sea.
No es un secreto que el fútbol se ha emparejado en los últimos años. Pese al favoritismo de algunas selecciones para esta cita rusa, estas no han podido revalidar sus credenciales, y en las primeras de cambio, se han visto afectadas. Los sistemas tácticos y las estrategias, el estudio profundo a los rivales, han equilibrado las fuerzas dentro del campo. Es la manera que tiene un equipo sin estrellas ni nombre sobresalientes para luchar contra los más poderosos. Son herramientas que tienen a la mano, que a veces se da, y otra no. Por eso, es que muchos de los resultados que se han venido dando demuestran lo cerrado y difícil que es un Mundial de fútbol.
Islandia es el país más pequeño de cuantos disputan el Mundial, pero para nada es el que lo vive con menos pasión. Al contrario. La participación de su equipo nacional en Rusia 2018 mantiene en vilo a toda la población, desplazada masivamente al país organizador.
Los que no han podido acompañar al equipo, siguieron el estreno frente a Argentina con atención. Tanta, que según reconocía la propia federación de fútbol el 99,6 por ciento de las personas que estaban viendo la televisión en el país el sábado tenían sintonizado el partido.
Un dato contundente que llama la atención y expone con enorme claridad el interés que despierta el equipo nacional en un país de apenas 300.000 habitantes. El empate frente a Argentina, con un penalti detenido a Messi, ha copado las portadas de los periódicos y de los principales informativos. Una hazaña que quiere más, y que buscará su continuación el viernes ante Nigeria, en un duelo clave para la posible clasificación para octavos de final.
La pobreza e infancias muy duras son las historias de muchos de los futbolistas que se encuentra en el Mundial. Es el caso de Romelu Lukaku, el delantero autor de dos goles ante Panamá. Romelu era un pequeño que, como otros miles en Bélgica, vivía todo el día detrás de una pelota de fútbol. Dentro de una infancia con carencias, hubo un momento que al niño lo marcaría para siempre. «Sabía que estábamos luchando, pero cuando la vi a mi mamá mezclar la leche con agua me di cuenta de que aquello había terminado. Esa era nuestra vida. No teníamos dinero para toda la semana y me hice la promesa de que no podía ver a mi madre así. Le dije: ‘Mamá, esto va a cambiar, voy a ser futbolista profesional de Anderlecht y no tendrás que preocuparte más’. Cada encuentro que disputé desde niño era como una final para mí», asegura Lukaku. Con el tiempo, el pequeño cumplió su promesa. Se hizo jugador del principal equipo de Bélgica y hoy ya brilla en el Manchester United. Los tiempos de la pobreza y necesidad quedaron atrás, pero queda esta historia de superación.