Sargento involucrado en caso Cotiza levantó huelga de hambre
La esposa del sargento Luis Bandres, uno de los implicados en el asalto al comando de Cotiza en 2019, denunció que el servicio de enfermería de la cárcel de La Pica se negó a prestarle primeros auxilios o proveerle hidratación
El sargento mayor de tercera de la Guardia Nacional (GN) Luis Alexander Bandres levantó la huelga de hambre que llevaban desde el pasado 16 de enero para exigir respeto a sus derechos humanos y la visita de organismos internacionales para que constaten la situación de los presos políticos militares que se encuentran en el Centro Penitenciario de Oriente, mejor conocido como la cárcel de La Pica (estado Monagas).
Sandra Hernández, esposa del militar, dijo a la ONG Una Ventana a la Libertad que ya había salido del área de castigo conocida como “tigrito”, donde fue trasladado luego de que se negara a vestir una franela roja durante la visita familiar.
Durante los tres días de huelga de hambre, Bandres no recibió atención médica. Su esposa denunció el martes 18 de enero que presentó fuertes dolores en el cuerpo, específicamente en la zona abdominal y en la cabeza. En el tiempo que estuvo en la celda de castigo lo único que tomó fue agua.
Sobre la falta de atención médica, Hernández comentó que el martes 18 no hubo disposición desde el servicio de enfermería para prestarle los primeros auxilios, así como facilitarle un suero para hidratarlo, pese a que están obligados a proveer tratamiento y ayuda a cualquier detenido.
Luis Alexander Bandres fue detenido el 21 de enero de 2019 tras liderar un grupo de militares que se declaró en rebelión contra Nicolás Maduro e intentó asaltar un comando de la GN ubicado en Cotiza, al oeste de Caracas. Fue trasladado junto a sus compañeros a la sede de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) y torturados, según consta en informes internacionales.
El sargento Bandres fue acusado en tribunales por los presuntos delitos de traición a la patria, instigación a la rebelión, motín, desobediencia, sustracción de efectos pertenecientes a las Fuerzas Armadas Nacionales y ultraje a las Fuerzas Armadas pero el juicio no ha iniciado. En marzo de 2020, fue trasladado a La Pica. Sus familiares denuncian que ha sido objeto de castigos en esa cárcel en varias oportunidades, en lapsos que varían de una semana a varios meses.