¿Se entienden Ecuador y Colombia?, Simón Boccanegra

Hay algunos signos interesantes en la hasta ahora tensa relación entre Ecuador y Colombia. Apenas en el curso de la última semana se han producido varios episodios la mar de llamativos. El primero fue la declaración del vicepresidente ecuatoriano, Lenín Moreno, quien dijo que su país jamás se dejaría arrastrar por Chávez a una guerra con Colombia. Es muy difícil imaginar que tales palabras se hayan podido pronunciar sin la anuencia de Correa, pero, en todo caso, no hubo ningún desmentido. Inmediatamente después el gobierno ecuatoriano desplegó varios miles de soldados adicionales en la frontera con Colombia, dando lugar a una declaración del jefe del Comando Sur yanqui expresando su «satisfacción» por ese despliegue militar y la «cooperación» que está brindando Ecuador a la contención de las FARC. Dos días después, Uribe pide perdón por segunda vez y Correa acepta inmediatamente la disculpa y pide que se abra el «dialogo», planteando unas condiciones que el gobierno colombiano no tendrá mayor inconveniente en satisfacer. Chávez, molesto, había pedido a Correa que no cayera en esa «trampa». Correa no le paró bola.
De seguidas el ministro de la Defensa ecuatoriano ratificó que Ecuador rechaza cualquier posibilidad de dar status de «fuerza beligerante» a las FARC y ayer en Lima se reúnen los cancilleres de ambos países, apareciendo muertos de risa en la foto. Nada de extraño tendría que de la próxima reunión de Unasur, convocada a instancias de Lula, para conversar con Uribe, salgan Colombia y Ecuador restableciendo sus relaciones diplomáticas, o, en todo caso, en camino de hacerlo.
El Gran Líder Continental Contra el Imperio sigue viendo como el piso se le encoje bajo los pies.
Nota aparte: En nombre del editorialista de TalCual pedimos excusas a Ramón Eduardo Tello, quien fue mencionado en uno de los editoriales sobre la boliburguesía como nuevo presidente de Seguros La Previsora, ahora propiedad de Perucho Torres. Tal cosa no es cierta. Ramoncito no tiene nada que ver ni con la empresa de seguros ni con Perucho.