Consumidores apenas pueden llevarse cuatro productos cuando van al mercado
La caída sostenida de la producción nacional afecta a 17 estados, que tienen la agricultura como principal actividad económica
El deterioro del poder adquisitivo provocado por la hiperinflación, que escaló a 1.155% en la primera mitad de 2019 según la Asamblea Nacional (AN), aleja cada vez más a los consumidores de los productos que están en los anaqueles de expendios de alimentos, lo cual hace que se mantengan surtidos.
De hecho, la Asociación Nacional de Supermercados y Autoservicios (Ansa) calcula que ahora los consumidores cuando van al mercado apenas pueden llevarse en promedio cuatro productos, cuando antes compraban 16 artículos.
Según Carlos Carvalho, presidente de Ansa, los anaqueles se están llenando, no por una bonanza como la que Venezuela tuvo años atrás, sino por la caída del poder de compra de los venezolanos.
“Hoy por hoy nos estamos preocupando porque se está quedando la mercancía en los anaqueles. El deber ser es que de alguna manera tengamos una fluidez entre los compradores y los surtidores”, expresó Carvalho durante su intervención en la 75 Asamblea Anual de Fedecámaras, celebrada este martes 16 de julio en el Paraninfo de la Universidad Metropolitana (Unimet)
El presidente de la Cámara Venezolana de Industria y Alimentos (Cavidea), Manuel Felipe Larrazábal, señaló que el consumo ha disminuido de forma muy relevante, sobre todo a partir de este año, tanto que ahora es apenas un tercio de lo que era en 2012, un año antes de la llegada al poder de Maduro, que fue en abril de 2013.
“Vivimos una crisis sin precedentes. El consumo ha caído en los últimos años, lo que disminuye los ingresos de las industrias y de los comercios, que son nuestros clientes. La buena noticia es que la agroindustria tiene la capacidad de rebotar muy rápido”, afirmó Larrazábal.
Recordó que en la última década Cavidea ha propuesto soluciones para reimpulsar la producción y valorar lo hecho en Venezuela, lo que considera “una necesidad”.
La primera de las siete líneas de acción que propone la Cámara es recuperar la capacidad de compra del consumidor, quien “merece decidir qué y dónde” comprar. Larrazábal señaló que también se necesita crear un programa que atienda a la población más vulnerable.
Otras propuestas formuladas por Cavidea apuntan a reactivar el aparato productivo y el tejido comercial del país, recuperar los servicios públicos, y detener la caída de la producción nacional de rubros agrícolas, materias primas de la agroindustria.
Venezuela invierte unos 700 millones de dólares al año en la compra de maíz y arroz que podría producirse localmente. “El país gasta dinero en una materia prima que podríamos producir en Venezuela”, dijo Larrazábal
Por su parte, Aquiles Hopkins, presidente de Fedeagro, recordó que desde 2008 el gremio registra una caída sostenida de la producción.
Hace 11 años, las asociaciones productoras que agrupa Fedeagro lograba cubrir la totalidad de la demanda de maíz blanco, porque había abastecimiento de fertilizantes, urea y agroquímicos por parte de empresas privadas que los proveían de los suministros, por ejemplo, Agroisleña, la principal distribuidora de agroinsumos hasta que el fallecido Hugo Chávez la expropió en 2010.
Era tanta la producción primara, que las industrias compraban maíz blanco para producir todo el año y lograban exportar harina de maíz precocida para mercados donde había venezolanos, como Estados Unidos, Colombia y Europa.
Este año, Fedeagro alerta que el sector apenas va a poder aportar 10% de los alimentos que necesita el país, lo que significa que Venezuela puede llegar a afrontar una escasez de 90%.
“La escasez ha crecido sobre todo en los últimos cinco años, y ahora a eso se le suma la caída del poder adquisitivo. El campo venezolano está desolado, lo que afecta no solo al consumo sino también a esos 17 estados donde la principal actividad económica es la agricultura”, dijo en la Asamblea Anual de Fedecámaras
Larrazábal indicó que también se debe atender el sistema financiero. “El hecho de que las industrias, los productores, el comercio, no tengan financiamiento es sin duda una situación que impide cualquier rebote de la producción nacional”, afirmó.
Por último, añadió que los controles deben ser eliminados, pues han demostrado “que no sirven”.
Adán Celis Michelena, presidente de Conindustria, aseguró que la capacidad utilizada del sector se sitúa por debajo de 15%.
En junio la Confederación de Industriales presentó los resultados de la Encuesta de Coyuntura correspondiente al primer trimestre de 2019, los cuales revelaron que la capacidad utilizada descendió cinco puntos respecto al cuarto trimestre del año pasado, pues bajó de 23% a 18%. Esto, a pesar de que días antes de despedir el año 2018, Maduro prometió que en el primer semestre de 2019 sacaría al país de la recesión para “avanzar progresivamente contra la agresión y persecución financiera contra Venezuela”.