¡Se le fundió el cerebro!, por Teodoro Petkoff
La Gaceta Oficial nos informa de una decisión trascendental tomada por el gobierno nacional. Probablemente tendrá profundas consecuencias en la vida del país, que hoy todavía no alcanzamos a visualizar en toda su magnitud, aunque no es difícil presumirlas. Nos atreveríamos a apostar que se trata de una de las medidas más significativas en relación con la ruta hacia el socialismo del siglo XXI. Más allá de la diatriba electoral, a la cual el Presidente es tan dado a dejarse arrastrar; más allá de su polémica con los «aliados»; más allá de la franela que le regaló el Rey de España, en la cual le puso por escrito lo que le había dicho de viva voz en la reunión de Santiago de Chile; mucho más allá de las FARC, de las adquisiciones de ferretería bélica en Rusia y de otras zarandajas similares; más allá de la opinión presidencial sobre Obama; más allá, en fin, de todo cuanto pueda pensarse como decisivo para la construcción del «socialismo del siglo XXI», la resolución de ayer, tomada por la mismísima Presidencia de la República, mediante el decreto número 6.262, publicado en la Gaceta Oficial número 38.979, del 23 de julio pasado, y después de profundas jornadas de reflexión –aunque él solito, en la alta madrugada, según su confesado estilo de no discutir con nadie de su entorno sus movidas más espectaculares– Su Alteza casi real, Yo-El-Supremo, también conocido como Chacumbele y, debido a su modestia, también apodado Ego Chávez, decidió, por sí y ante sí, que «la Empresa Socialista Ganadera `Vuelvan Caras C.A.’ pasa a denominarse Empresa Socialista Ganadera `Santos Luzardo C.A.’» Genial, sin duda. Todos los jalabolas del entorno presidencial tienen ahora un motivo adicional para guindarse. Por otro lado, de acuerdo con la diferida, por ahora, Ley Sapo, todo ciudadano que encuentre por ahí huellas de la existencia del Gran Traidor José Antonio Páez está obligado a comunicarlo de inmediato a la Presidencia de la República para que ésta pueda continuar su noble y generoso esfuerzo por borrar de la historiografía nacional toda traza de que alguna vez existió un impostor, a quien los lacayos del imperio consideran uno de los padres de la patria, llamado José Antonio Páez.
Se avisa que cuando el Presidente caiga en cuenta de que el nuevo nombre de la empresa ganadera en cuestión corresponde al personaje de una novela muy famosa, de un ex presidente cuartorrepublicano llamado Rómulo Gallegos, se reserva el derecho a tomar medidas para extirpar también ese nombre de la iconografía nacional. Hasta a Omar Vizquel se le va un rolincito entre las piernas, contimás al coach del equipo femenino de softbol.