Se venden donativos, por Simón Boccanegra
A este minicronista le llegan las más variadas denuncias. Hoy me ha llegado una sobre hechos francamente grotescos. Ocurre que la Dirección de Vigilancia de Tránsito Terrestre, para poner orden en las compras de alimentos para sus diferentes unidades, decidió que la adquisición de las vituallas se hiciera en el Centro de Acopio de Alimentos del Ejército, nombre rimbombante de lo que antes modestamente se conocía como Economato, situado en Fuerte Tiuna. La gente de Tránsito, comenzando por el coronel que la dirige, cayó sobre sus posaderas, cuando descubrió que algunos de los alimentos que se le vendían no eran otra cosa que algunas de las donaciones que gobiernos extranjeros hicieron para las víctimas del Estado Vargas. Leo el envoltorio de uno de esos alimentos: «Cooperazione Italiana. Dono del popolo e del governo italiano». Asombroso. ¿Se puede saber qué vaina es ésta? No vengan con el cuento de que son cosas que «sobraron». ¿Qué tal, José Vicente, si le pides a Cicerón una información sobre este negocito?