Seguridad como legado, por Griselda Reyes

Desde la llegada del ex presidente Chávez las cifras criminalisticas, aunque iban en acenso siempre se mantenía en un margen de estabilidad no aceptada pero ahí dentro del marco, era un país con un barril de petróleo en 7$, pero se exportaban 3millones de barriles diarios.
Una vez llegado Chávez al poder, dos días después de su juramentación en un desfile militar un 4f 1999, dijo en sus palabras, «si yo tuviera hambre, agarraría un cuchillo y saldría a robar un pollo», qué quiso decir?, justificaba el delito como modo de vida?, lo cierto del caso que con Chávez se abrió un abanico de elementos que configuraron a lo que hoy tenemos, y es que a pesar de su boom petrolero producto de la guerra del medio oriente, su bonanza trajo más hambre y miseria, lo que significa preguntarse, preparaba a la población para los grados de inseguridad que vive la nación hoy?, no se, pero los números son alarmantes.
Hoy, es toda una población de jóvenes, hijos de una generación de 20 años de revolución, que conviven en ese circulo vicioso, creado de un estado de indolencia, de silencio, de complicidad y hasta de utilización para favores recibidos, porque en este mundo estamos y en este mundo vivimos.
No quiero ser alarmista, y quizás esa generación de jóvenes no tiene la culpa, porque el Estado venezolano no les ofreció otra alternativa, más sólida y de progreso, donde pudieran tener un futuro sólido, con un buen trabajo, con un buen progreso, criando a sus familias, empresarios con otra salida más sólida.
No soy quien para juzgar, pero todos tenemos la culpa, unos por omisión y porque los utilizan para un evento determinado, si juntos trabajábamos por el rescate de los más jóvenes que vienen atrás, que viven en ese circulo vicioso, donde no conocen otra realidad más que ese mundo que los rodea, vamos que si podemos hacer grandes esfuerzos, unos podemos y lo estamos haciendo, pero falta mucha gente que se puede soñar a esta noble tarea, este país tiene futuro y tiene una juventud que se prepara para conducir los destinos, apoyemos a los vulnerables que pierden la esperanza tras un arma y con sentencia de muerte.