Senador estadounidense pide a vicepresidente de El Salvador liberación de Kilmar Ábrego

Durante una visita a la Casa Blanca esta semana, el presidente Bukele se negó a liberar a Kilmar Ábrego, tildándolo de terrorista y señalando erróneamente que traerlo de vuelta a EEUU sería ilegal
El senador estadounidense Chris Van Hollen (demócrata) fue recibido este miércoles 16 de abril por el vicepresidente de El Salvador, Félix Ulloa, a quien pidió la liberación del salvadoreño Kilmar Ábrego García, detenido en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) tras ser deportado desde Estados Unidos a pesar de tener un estatus legar en el país norteamericano.
Van Hollen llegó al país centroamericano con la intención de acceder al Cecot y ver el estado de Ábrego García, no obstante esto no fue posible, según lo indicó en una conferencia de prensa brindada en San Salvador.
El senador explicó a periodistas que solicitó al vicepresidente Ulloa realizar las gestiones necesarias para su ingreso a la megacárcel, pero él le «dijo que había que hacer ciertos arreglos previos para poder entrar al Cecot» y que «no estaba dentro de sus posibilidades hacer que eso sucediera».
De acuerdo con Van Hollen, también pidió que se le autorizara una llamada telefónica o una videollamada con el salvadoreño, pero tampoco fue posible, señaló.
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El senador apuntó que «en las cortes de Estados Unidos no existe ninguna evidencia que diga que el señor Ábrego García fue miembro de la MS13» y aseguró que «El Salvador tampoco tiene pruebas que él haya sido miembro».
El senador estadounidense, que en reiteradas ocasiones aseguró que el salvadoreño no es miembro de la MS13 y que no ha cometido algún delito en el país norteamericano, añadió que solicitará a la Embajada de Estados Unidos en El Salvador «tener comunicación con Ábrego García» para saber cuál es su estado.
El salvadoreño Ábrego es uno de los más de 200 migrantes —en su mayoría venezolanos— que fueron expulsados de EEUU el pasado 15 de marzo y enviados a la prisión de alta seguridad sin posibilidad de apelar sus casos ante una corte, lo que grupos de defensa de los derechos humanos han calificado como «desaparición forzada».
El Gobierno del presidente Donald Trump ha defendido las expulsiones acusando a los migrantes de tener vínculos con las organizaciones delictivas transnacionales Tren de Aragua y la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13), calificadas recientemente por Washington como grupos terroristas.
Sin embargo, múltiples investigaciones de medios estadounidenses han demostrado que la mayoría de los migrantes expulsados a El Salvador no tienen antecedentes penales.
A pesar de que el Supremo de EEUU emitiera la semana pasada un fallo que respalda la orden de un tribunal de menor instancia en Maryland que instruye al Gobierno a «facilitar» el retorno del salvadoreño, tanto EEUU como El Salvador han negado tener la potestad para hacerlo.
Durante una visita a la Casa Blanca esta semana, el presidente Bukele se negó a liberar a Ábrego, tildándolo de terrorista y señalando erróneamente que traerlo de vuelta a EEUU sería ilegal.
Por su parte, el Gobierno Trump se ha negado a dar información sobre Ábrego al tribunal, al alegar que el acuerdo entre San Salvador y Washington es «clasificado» y limitándose a informar que el hombre de 24 años está vivo.
El salvadoreño, que fue arrestado por autoridades migratorias en un retén de tráfico, tenía un estatus legal en EEUU que lo protegía de la deportación y está casado con una ciudadana estadounidense.
Ábrego García residía en el estado de Maryland, tras huir de El Salvador por las extorsiones y amenazas que él y su familia recibieron por parte de la pandilla Barrio 18, de acuerdo con documentos judiciales presentados por su defensa.
Con información de EFE
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