¿Será verdad tanta belleza?, por Simón Boccanegra
Este minicronista ha escuchado a Enrique Mendoza en un programa de radio admitir la posibilidad de aceptar la postulación por el circuito de GuarenasGuatire-parte de Petare. Sería una excelente noticia si se confirmara. Habría sido una muestra de sensatez, que no podríamos menos que celebrar. En dos o tres oportunidades, a través de editoriales de este diario, así como este minicronista, hemos insistido en que la clave de la experiencia unitaria ha residido en el respeto a las reglas de juego. La Mesa Unitaria ha reconocido plenamente el aporte que podría significar la presencia de Enrique Mendoza entre las candidaturas y ha insistido en que sea uno de los dos candidatos en el circuito 4. Pero, igualmente, ha mantenido con firmeza el riguroso respeto al reglamento aprobado por todos los participantes. De no haber sido así, nunca se habría producido el milagro unitario. Es la fuerza de este, la percepción general de que «sí se puede», expresada en el acto de presentación de los candidatos el sábado pasado, lo que quizás ha contribuido a que Mendoza pudiera haber reflexionado con más calma sobre la actitud a tomar. Por el contrario, de no resultar cierta esta apreciación, lo cual no tendría nada de raro, quien saldría más perjudicado es el propio Enrique Mendoza. Es muy difícil que se quite de encima la chapa de divisionista, porque objetivamente no sería otra cosa. Recuerda uno a Guzmán Blanco con aquello de lo brutos que pueden resultar los hombres de talento.
