Si necesita insumos médicos, búsquelos en el bar del Humboldt
Quien ofrece el bebedizo lo presenta como una “rehabilitación”, aunque no sea exactamente un nuevo tratamiento experimental contra el coronavirus traído de Cuba, sino el trago estrella de La Boîte, el bar del Hotel Humboldt, el emblemático hostal que corona el cerro Ávila. Una mezcla de selecto ron venezolano cosecha de 1796 mancillado con jugo de cranberries que se sirve desde una bolsa de solución endovenosa, de esas que no hay en los hospitales públicos de Venezuela, expoliados durante veinte años de gestiones chavistas.
Lo que pretendía ser una versión autóctona del Bloody Mary resultó un cóctel de mal gusto. Incluso si concedemos el beneficio de la duda y asumimos que, la indumentaria utilizada para servir el trago podría ser utilería y no material médico real, la alusión es detestable, en un país que atraviesa una emergencia humanitaria compleja, ahora agravada por la pandemia de covid-19, contexto en el que la carestía de suministros en los centros de salud (un catéter, una sonda, equipos de bioseguridad…) ha provocado muertes que podrían haberse evitado.
En un video que se viralizó por las redes sociales, se observa a un mesero -o tal vez el mixólogo detrás del desagradable trago- presentárselo con entusiasmo a una clienta. Raudo acciona la válvula para que el líquido rojo fluya hacia el vaso, ya preparado con ron y yerbabuena. “Es la experiencia Humboldt”, dice.
Al ver la imagen no podemos evitar pensar que es la parodia de una transfusión de sangre, o recordar la perpetua escasez de hemoderivados y reactivos de laboratorio. Para el personal de salud, debe ser un verdadero gancho al hígado ver cómo los insumos que faltan en sus hospitales son degradados a adornos de cóctel, entonces una bolsa de solución endovenosa, aún si es de mentira, pasa a ser como esos paragüitas de papel que se ponen a un lado de los vasos.
#Venezuela es un país de contrastes. El salario mínimo legal es el más bajo de su historia: menos de 1$; pero hay lugares exclusivos que solo pueden permitirse unos pocos.El Hotel Humboldt es uno de ellos. Anoche inauguró su zona de coctelería y cenas de alto nivel previa reserva pic.twitter.com/zEyZPhcqd5
— Esther Yáñez (@EstherYez) November 8, 2020
Si miramos el cóctel desde el punto de vista de los pacientes, que se ven en la necesidad de crear campañas en redes sociales para financiar su tratamiento a falta de un sistema público de salud eficiente, entonces el golpe es doble. Porque la idea de un local donde se sirva alcohol con insumos médicos, aunque detestable implicaría que estos se pueden conseguir fácilmente y basta pedirlos a la carta en el bar del Hotel Humboldt, pero si los suministros son falsos se reafirma la escasez.
Y desde luego, ni a pacientes ni a médicos les agradará saber que uno de esos tragos/transfusión cuestan entre nueve y diez dólares, un monto que no es nada frente a las vidas de las personas fallecidas por falta de insumos médicos, pero al mismo tiempo es una cantidad enorme si se compara con el salario pírrico que recibe el personal de la salud y el resto de los trabajadores del sector público en Venezuela.
¿Sería mucho pedir un llamado de atención del Ministerio de Salud?, que al menos debería exigir a los administradores del bar una aclaratoria ¿son reales las bolsas endovenosas utilizadas en sus tragos? o ¿se trata de un simple truco de muy mal gusto? No estaría demás que les preguntaran y de paso, aprovechen esa diligencia para conseguir insumos con que abastecer los hospitales.