Si yo fuera venezolano, me cuidaría de escribir güevonadas
Un grupo de intelectuales brasileños y algunos de otros países, entre los cuales sobresalen nombres como los de Chico Buarque y Noam Chomsky, han suscrito un documento titulado «Si yo fuera venezolano votaría por Chávez». ¡Qué vaina con los intelectuales! Son la sal de la tierra, pero en política, aquellos que son de izquierda, quizás por el afán de justicia que les es propio, pero viviendo de desilusión en desilusión, son muy propensos a querer ver redentores de los pobres en cualquier aventurero empistolado o en terribles dictadores que levantan sedicentes banderas revolucionarias. Neruda cantándole a Stalin, Sartre definiéndose como maoísta, Cortázar fidelista, Louis Aragon escribiendo babiecadas sobre la URSS. Saramago ha vivido lo suficiente como para cubrir los cuarenta años que necesitó para tirar la toalla con la Cuba de Fidel. Nunca olvido a Alejo Carpentier diciéndome en París, en 1967, «Fidel nunca se equivoca».Tan lúcidos para apreciar las realidades de sus propias sociedades, tan obtusos para comprender las de otras partes, ¡cuántas veces no han salido de fiadores de una gente que no los merecía y sobre la cual, después, cuando ya las evidencias eran aplastantes, guardaron piadoso silencio! Por eso merece tanto respeto Albert Camus.
