Siguen los apagones, por Teodoro Petkoff
Con una habilidad digna del mago David Copperfield el gobierno ha logrado hacer desaparecer de los primeros planos de la noticia la crisis eléctrica. La primera parte de la operación de birlibirloque ha sido la de impedir que en Caracas se sientan los efectos del déficit de energía eléctrica. La teoría es que lo que no pasa en la capital es como si no pasara. Basta con que no haya apagones en Caracas para que la gente crea que no los hay en ninguna parte. Por tanto, hacia Caracas se desvía toda la electricidad disponible, de modo que en la ciudad no se produzcan fallas y el efecto político de la crisis eléctrica pueda ser diluido por el aparato propagandístico del régimen.
Otro capítulo es la simulación del fin del racionamiento. Se declara «oficialmente» que este ha cesado. Pero es una mentira. Los cortes programados continúan como siempre. Tomemos un día cualquiera de este mes, según boletín de Corpoelec: «A las 13:00 fueron racionados en forma escalonada hasta un máximo de 538 MW durante un tiempo promedio de 4 horas y 4 minutos en el SIN, en los estados Zulia, Carabobo, Anzoátegui, Aragua, Miranda, Lara, Monagas, Guárico, Trujillo, Táchira, Barinas, Nueva Esparta, Sucre, Portuguesa, Yaracuy, Bolívar, Cojedes, Apure y Mérida».
En cada caso se señala la «cuota» de megavatios (MW) racionados en cada estado, que fueron prácticamente todos, con excepción de Amazonas y el Delta y, por supuesto Caracas y Vargas. En Falcón, que no está la lista, el corte se produjo, según el mismo boletín, el mismo día pero a las 14:03, durante un tiempo promedio de 2 horas y 45 minutos. De manera que estamos ante un fenomenal operativo de engaño, verdaderamente goebbeliano. Cuando en cada estado se produce el apagón, sus habitantes creen que se trata de una «excepción», que sólo los afecta a ellos, porque el gobierno dijo que «se acabó el racionamiento», así que en los demás sitios no debe estar pasando nada.
Por otra parte, sigue su curso la instalación de pequeñas plantas de emergencia, que funcionan con diesel, mientras las termoeléctricas existentes continúan presentando serios problemas. En un solo día, el boletín de Corpoelec, da cuenta de las siguientes fallas: en Falcón, en las unidades 2 y 3 de la planta Josefa Camejo y en las 7, 9, 10 y 13 de Punto Fijo, debido a falla en el sistema de distribución; en Planta Centro, en la unidad 1 se produjeron dos fallas, una a las 16:22 y otra a las 22.58, ambas por la misma causa: «vibraciones en el cojinete 5 de la turbina de baja presión». Todo esto en un día, tomado al azar. El fin de semana pasado, en Margarita hubo 8 horas de apagón y en Barcelona, Puerto La Cruz, Lecherías, 7 horas. Las mismas miasma, pues.
Once años de imprevisión y de falta de inversión están pasando su factura. El gobierno se ha acordado de Santa Bárbara no ya cuando tronó sino cuando le cayó la tempestad encima. Su responsabilidad en este desastre es intransferible y mucho menos retroactivamente, como estúpidamente lo intentó al comienzo de la crisis.