Símbolos de un gobierno inservible
¿Cuántos puestos de trabajo directos e indirectos se podrían crear con la rehabilitación de los dos grandes hoteles de Caraballeda, el antiguo Sheraton y el antiguo Meliá Caribe? Con toda seguridad muchos centenares. No pocos de los antiguos trabajadores de esos hoteles deben andar por allí, comiéndose un cable, en una de las regiones más deprimidas del país, como es el estado Vargas. Allí están, como símbolos de diez años de desidia, negligencia e ignorancia, los dos viejos hoteles. Porque fue a partir del deslave cuando se les abandonó y dejó morir. No hay excusa posible para tamaña irresponsabilidad. ¿De qué se ocupa propiamente el Ministerio de Turismo, que no sea de llevar viajeros venezolanos a Varadero, en Cuba, que muy bien podrían pasarse excelentes vacaciones en cualquiera de ambos elefantes blancos de hoy, si se les recuperara? Esto podría servir para crear dos importantes centros hoteleros para el llamado turismo social y para dotar de un nuevo dinamismo al pequeño estado Vargas.
Igual cosa se podría decir de Los Caracas. Allí están también las ruinas de lo que muchos años atrás fue tal vez el mejor resort popular de Venezuela. Sus restaurantes abandonados, sus viviendas en ruinas, la enorme piscina sin uso, apenas si sus playas pueden ser utilizadas. Más triste pero elocuente demostración de lo que ha sido este gobierno sería difícil encontrar. Razones para no aprobar la enmienda sobran, pero para este minicronista quizás la de mayor peso es la de que este gobierno no sirve para nada. No merecen Su Alteza Chacumbele ni su corte de adulantes y vividores la prolongación de su mandato más allá de enero de 2013. No construyen nada y todo lo destruyen.