Stalin: “El partido se fortalece depurándose”

Yo-El-Supremo creó el tribunal disciplinario del PSUV. Un partido fantasmagórico, que no existe, cuyos “batallones” portátiles son reunidos llevando de “asamblea” en “asamblea” a la misma gente, que para llenar el Poliedro tuvieron que hacer una “recluta” en El Valle para meter gente a juro en el pequeño coso de La Rinconada, que no ha elegido dirigentes ni conformado organismos de ninguna clase —ese partido, en fin, de cartón piedra, ¡tiene tribunal disciplinario! No lo eligió nadie. Lo designó El Dedo, nombrando como verdugo supremo precisamente a Diosdado Cabello. Ironías sangrientas si las hay. A Diosdado se le ha dado la misión de guillotinar a los “habladores de pistoladas”, el primero de los cuales, Francisco Ameliach — ya “ejecutado” antes de ser “juzgado” — dicen que le es muy afín. ¿Su “delito” ? Dijo que el rey anda desnudo; que el PSUV no sirve para un carajo y que mejor sería exhumar al MVR.Ya se dio el primer paso en el interminable camino de las purgas. Una anécdota que tal vez interese a Diosdado:
Stalin se fue echando al pico a cada uno de los jefes de la policía política que iba nombrando. Se salvó Beria, que ya estaba en salsa, porque Stalin murió primero. El miedo corre libre por los corrillos del PSUV.