¿Por qué Starlink de Elon Musk ofrece internet hasta a la Antártida, pero no a Venezuela?
Elon Musk informó en Twitter que Starlink solicitará ante las autoridades estadounidenses una exención para operar en Irán pese a las sanciones impuestas por el Departamento del Tesoro y asomó que podría hacer lo propio en el caso de Cuba
«Starlink ahora está disponible en todos los continentes, incluyendo la Antártida». Con esta frase, el empresario y director ejecutivo de SpaceX, Elon Musk, anunció que el proyecto Starlink —un enjambre de satélites desplegados en la atmósfera que ofrecen conectividad de internet— está disponible en todos los rincones del mundo. Claro está, esta declaración no incluye a Venezuela.
Una vez más la nación caribeña parece estar desconectada de los avances tecnológicos que revolucionan al mundo, como es la virtual conexión a internet global que ofrece Starlink con sus más de 3.100 satélites que rodean al planeta a unos 550 kilómetros de distancia.
El ambicioso proyecto fue anunciado por SpaceX en 2015 con la finalidad de acabar con los problemas de conectividad en el mundo, pues su premisa es alcanzar zonas rurales con escasa o inexistente conexión a internet banda ancha, ofreciendo la solución a una necesidad que es incluso considerada como un derecho humano, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Este derecho no se «garantizará» por simple filantropía de Musk. El precio de un servicio satelital de esta magnitud es elevado. La conexión residencial cuesta 110 dólares al mes y la instalación de un dispositivo receptor de señal que cuesta $599. Para empezar a usar el servicio, tendrían que desembolsarse $709 al menos el primer mes.
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Sin embargo, la cruzada por resolver los problemas mundiales de conectividad no contempla a Venezuela. Aunque la empresa no ha informado oficialmente las razones para excluir al país de la oferta de sus servicios, los principales obstáculos son el mandatario Nicolás Maduro y las sanciones implementadas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos a su administración.
Al echar un vistazo a los países en los que Starlink ofrece (u ofrecerá) sus servicios, se puede evidenciar una clara línea ideológica y además una contraposición con Estados Unidos. De hecho, la mayoría de los nueve países excluidos están sancionados por Washington.
El mapa que muestra Starlink sobre los territorios en los que opera actualmente —o lo hará en el transcurso de 2023 y 2024— cubre todo el globo terráqueo, pero excluye a los siguientes países:
- Venezuela.
- Cuba.
- Irán.
- Siria.
- Afganistán.
- Rusia.
- Bielorrusia.
- China.
- Corea del Norte.
De esta manera, Venezuela es el único país de toda Sudamérica que no puede acceder al servicio de internet satelital. Además, junto con Cuba, son los dos únicos territorios de toda América que estarán exentos de la internet de Musk.
Venezuela desconectada
La exclusión de Starlink es una oportunidad perdida, al menos temporalmente, para solucionar las enormes deficiencias que tiene Venezuela en materia de conexión a internet.
Actualmente en Venezuela un 57% de la población tiene acceso a internet, según estimaciones de especialistas compartidas en el foro «Internet en Venezuela: brechas y dificultades» organizado por la Asociación Civil Medianálisis y el Centro de Investigación de la Comunicación (CIC) de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB).
Este promedio no es para nada despreciable. Aunque la penetración de internet sea buena en el país, el verdadero problema le atañe a la calidad del servicio, pues Venezuela cuenta con una de las conexiones más lentas e inestables de la región.
El Speedtest Global Index, un registro que lleva un servicio de medición de conexiones locales, Venezuela se encuentra en el 142° lugar en cuanto a velocidad de internet banda ancha con un promedio de 11,11 Megabits por segundo (Mbps), mientras que ocupa la posición 138° (antepenúltimo) en internet móvil promediando 5,37 Mbps.
Si bien es cierto que el SpeedTest ofrece un acercamiento y que el promedio de internet banda ancha no se encuentra entre los peores del mundo, esta medición no es del todo exacta y probablemente el verdadero promedio del país sea mucho más bajo. Esto se debe a que la plataforma solo mide las conexiones de aquellos que acceden a la página con la intención de medir su velocidad, algo que comúnmente hacen los usuarios con conexiones más rápidas, con la finalidad de monitorear la calidad del servicio contratado.
La gran mayoría del país se somete a la calidad ofrecida por la estatal de telecomunicaciones Cantv. Un 70% de sus clientes cuentan con un servicio de entre 4 y 10 Mbps.
El servicio ofrecido por Starlink ofrece una conexión que puede ir, dependiendo de la demanda, desde 50 hasta 200 Mbps. Es decir, un rango de velocidad entre 12 y 20 veces más rápido que el de Cantv.
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Además de la velocidad, otro componente característico de los servicios de internet venezolanos, ya sea de banda ancha o móviles, es que es una conexión con un alto grado de control.
Al menos durante 2019, según registros de la ONG Espacio Público, Cantv bloqueó al menos 112 direcciones web, principalmente dirigidas a medios de comunicación digitales, lo que atenta contra el derecho a la libertad de expresión y a la información oportuna, veraz e imparcial, como lo contempla la Constitución.
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En este sentido, la internet se ha convertido en un instrumento vital para el ejercicio de la democracia y proyectos como el de Starlink pueden ayudar a garantizar los derechos de miles de personas, como ya ocurrió en Ucrania, donde los satélites de SpaceX empezaron a operar en el contexto de la invasión rusa y unas 150.000 personas tienen acceso a internet sin limitaciones gracias a la innovación tecnológica.
Para los países con democracias vulneradas y regímenes autoritarios como Venezuela o Cuba, Starlink podría significar sortear las barreras de la censura y el control político. Sin embargo, las sanciones se mantienen como un obstáculo a superar.
Esperanza de conexión en dictadura
En 2023 se dará la activación definitiva y masiva del servicio, con la mayoría de los países del mundo estando disponibles en distintos momentos en el año. Por los momentos, están descartados estos nueve países, pero existe una posibilidad de que la situación cambie sin que se presenten cambios inesperados de Gobierno en estos territorios.
El excéntrico Musk volvió a asomar posibles acciones a través de sus interacciones en Twitter. Al momento de anunciar que incluso la Antártida tendría conectividad a internet, usuarios empezaron a solicitar el servicio para los países excluidos, con el argumento de que lo necesitan incluso más al estar —en algunos casos— gobernados por regímenes autoritarios.
«El pueblo de Irán lo necesita más que pingüinos y focas en La Antártida», comentaba un internauta en respuesta el tuit de Musk haciendo el anuncio.
People in Iran need it more than penguins and seals in Antarctica.
— 𝗡𝗮𝗲𝗲𝗺 𝗦𝗲𝗶𝗿𝗮𝗳𝗶 (@Naeempix) September 19, 2022
Otro usuario de Twitter preguntó al empresario si existía la posibilidad de activar el acceso de Starlink para las personas en Irán, explicando que podría ser un factor de cambio para el futuro, a lo que Musk respondió que la empresa pediría una exención de las sanciones.
«Starlink pedirá una exención de las sanciones iraníes en este sentido», respondió Musk.
Starlink will ask for an exemption to Iranian sanctions in this regard
— Elon Musk (@elonmusk) September 19, 2022
En este mismo hilo de conversación, el activista de derechos humanos argentino Agustín Antonetti preguntó si existiría una posibilidad técnica de hacer lo propio en países bajo regímenes dictatoriales, como es el caso de Cuba. «Ok», se limitó a contestar Musk.
Ok
— Elon Musk (@elonmusk) September 20, 2022
Aunque los comentarios del empresario no ofrezcan un panorama claro sobre una posible solicitud llevada ante el Departamento del Tesoro para solicitar una exención de las sanciones cubanas para Starlink, sí ofrece una ventana de posibilidades para Venezuela, que se encuentra en una situación similar.