¡Subirse el interior por favor!, por Eduardo López Sandoval
Sin espacio para la discusión, la crisis es nacional, aflige a los Estados y Municipios del país por igual, la repartición de los males es equitativa, si acaso algunas entidades se ven un poco más afectadas –sólo un poco-, son los Municipios que se desprecian de ser rojos rojitos: Un Solo Gobierno.
La crisis es del país Venezuela, esta paupérrima situación es exclusiva nuestra, no como dicen algunos voceros del Poseso, que culpan a una tal crisis mundial del capitalismo, disque éste está a punto de colapsar…
Para desmentir la “verdad” socialista bolivariana revolucionaria, basta esta pregunta: ¿Qué otra nación del mundo tiene tanta hambre con tales riquezas naturales?
Valga la repetición: el problema es nacional. La solución debe ser nacional, pasa porque alejemos el chavismo del Poder de forma pacífica. La bandera debe ser la democracia, se solicita con urgencia un hombre –o mujer- que levante esta bandera tricolor con siete estrellas para todos seguirlo –o seguirla.
El párrafo anterior es, sin desperdicios, un lugar común sobre el cual la mayoría de Venezuela, que es un país esencialmente democrático, está de acuerdo. De seguidas numeramos algunos ingredientes que son sal de disenso democrático que ha de agregarse a la sopa del consenso recién dicha.
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Uno: Es un fuerte viraje, un quiebre en la continuidad de la existencia de esta Nación la que debe estar a punto de ocurrir.
¿La solución? ¿Esperamos que llegue del exterior?
Tengo mis reservas, respondo así para no decir un rotundo no y extenderme en razonamientos.
¿O se parirá en Caracas en la dirección de los partidos que hasta hoy se han llamado Oposición, o en la Asamblea Nacional?
No, la Historia reciente dice que no. Con esta oposición no. Rotundo no.
¡La solución va a salir del interior del país!
Es una Propuesta desde el Llano, más que una predicción.
Ya nuestra Historia ha escrito quiebres similares, donde la provincia ha sido la vanguardia de las luchas, como cuando los andinos tomaron el Poder: Castro y Gómez hace una centuria.
Sugerimos entonces que la solución debe salir del interior, como de Barinas, Táchira o Guárico, o de cualquier otro Estado; nombramos estos tres porque conocemos movimientos de ciudadanos que se reúnen con este tema: iniciar desde la Provincia un movimiento que tiene como fin el cambio de Gobierno. (Vale el paréntesis, conozco de estos Movimientos, en estos Estados, si tú, mi pana lector, conoces o eres parte de un movimiento símil, el correo nuestro está arriba).
Especial para estos Movimientos los numerales que siguen. Para la democrática discusión.
Dos: La honestidad en el manejo de las finanzas, este es una verdad que no tiene discusión, que debe cumplir la próxima gestión de gobierno. Pero le agregamos que debe realizar la repatriación de los dineros robados, es un logro forzoso para salir de la crisis.
Tres: El carácter bolivariano-militarista de la Nación debe quedar abierto para la discusión, el ser bolivariano y militarista es similar pero no son sinónimos, determinar y delimitar ambos caracteres es fundamento del país por venir. Por lo que se refiere a Uno, la nueva República debe considerar la completa eliminación del estamento militar. Lo de ser bolivariana, es una imposición por la fuerza de las armas de los militaristas a toda la sociedad civil.
Se impone que la Nación, tal Costa Rica, elimine el Ministerio de la Defensa, que nos ahorremos este inútil gasto, que los ex militares salgan de su parásito confort, a producir por primera vez lo que desayunan
Se avizora que la lucha democrática en la Venezuela por venir va a ser entre militaristas –que es un partido-, y los civilistas, que somos mayoría.
Para la democrática discusión…
Antes de publicar este escrito lo hacemos criticar con los amigos de las redes, y un hijo de la Familia Táchira me envía el prólogo de un texto que precisamente es la esencia de esta Propuesta del Llano, se llama la obra La revelión de las regiones, del cual extraigo el párrafo: “Pero “la rebelión de las regiones”, aspira, a transformarse en una táctica de lucha que quiere “cambiar” al presente gobierno, y también propiciar un gran cambio, de la historia política de Venezuela, apresada por un estilo centralista y autócrata que identificamos, como una mala herencia de la Colonia.”
Otro hijo de la Familia Guárico nos dice: “Estoy muy de acuerdo en ese planteamiento: el estamento militar se está portando como un ejército de ocupación, y cuando esto pase debe ser eliminado. Lo vengo divulgando desde hace mucho tiempo. Debe ser reformado y convertido en policía de frontera para que cuide lo que debe cuidar: nuestra soberanía territorial.”
Un llanero de Barinas saluda así esta Propuesta: “me parece muy interesante y pertinente, sobre todo porque abres la posibilidad de la insurgencia de fuerzas políticas «federalistas» no supeditadas a los dictámenes de las élites políticas y económicas capitalinas, más aún cuando estas élites han fallado estrepitosamente en la búsqueda de soluciones a nuestra tragedia actual; y al mismo tiempo llamas a la articulación e incorporación de otros posibles movimientos similares. La introducción del tema del militarismo como elemento para la discusión es, también, de suma importancia…”