Talibanes del MVR al asalto de la inteligencia, por Simón Boccanegra
Esto se veía venir. Era imposible que durara mucho tiempo más la coexistencia pacífica dentro del MVR entre los talibanes y la gente sensata. El deslinde ya es público. Adina y las leyes de la seguridad social dieron pie para que se enfrentaran abiertamente los obtusos mulás que dirigen esas lumbreras de Nicolás Maduro y Pedro Carreño con el sector de Alvarenga y Armas, que trata desesperadamente de preservar algunos restos de lucidez en ese barco al borde del naufragio que es el MVR. Lo de la seguridad social es muy grave. El país está al borde de que un grupo de ignorantes, con la cabeza llena de telarañas y la lengua pronta para repetir los raídos lugares comunes con los que Chávez adorna su discurso, pueda hacer aprobar un sistema de seguridad social del cual no sólo la asesoría económica del Parlamento sino el propio Ministerio de Finanzas está diciendo que es incosteable y que no va a producir otra cosa que manifestaciones eternas de viejitos reclamando unas pensiones que el Estado no podrá pagar. ¿Será que no hay nadie en este gobierno que vea el barranco por donde lo está lanzando una banda de fanáticos que cree que la aritmética es neoliberalismo?