El gallo cacareó tarde, por Sebastián Boccanegra
El representante del PCV, Pedro Eusse, días más tarde, se armó de valor y se atrevió a cuestionar lo establecido en la LOT en relación con la organización sindical. A los camaradas del PCV este punto les preocupa
Durante el debate que se llevó a cabo en la Asamblea Nacional, con motivo de la aprobación inconstitucional de la Ley Orgánica del Trabajo por parte de Chacumbele, el representante del Partido Comunista de Venezuela, Pedro Eusse, salió en defensa del texto legal aprobado por el comandante presidente. Ni una sola crítica, cuestionamiento u observación hizo ese día sobre la nueva ley.
No creemos que haya sido por olvido, tal vez no se atrevió a desmarcarse de sus camaradas del Partido Socialista Unido de Venezuela, ni tampoco coincidir, aunque sea en parte, con la bancada de la Mesa de la Unidad. Unos días más tarde, Eusse como que se armó de valor y se atrevió a cuestionar lo establecido en el texto legal en relación con la organización sindical.
Pero no crean que la valentía fue mucha. Quiso enmascarar las críticas alegando que lo que no le gustaba era lo que había quedado «de la vieja ley». Sin embargo, sobre lo referido con el mundo sindical, el nuevo texto se parece a la vieja ley, pero a la que se hizo a la muerte de Juan Vicente Gómez, no a la que regía hasta hace unos días.
En el texto aprobado por Esteban, el derecho de los trabajadores a organizarse y a defender sus derechos ha sido seriamente afectado. La interferencia gubernamental en el mundo gremial de los trabajadores se ha llevado a extremos que violan hasta los convenios internacionales suscritos por el país, lo que tampoco es algo que preocupe al chavismo, pero ahora lo establecen en una ley.
A los camaradas del PCV este punto les preocupa. Con timidez explican que le entregarán un informe al prócer de Sabaneta con las observaciones que ellos tienen. Así como con miedo. A este gallo del Partido Comunista se le puede aplicar aquel refrán de tarde piaste o cacareaste. Definitivamente este gallo se volvió pataruco.
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