«Tarea de partido», por Simón Boccanegra
Al editorialista le faltó espacio para recordarle a Isaías otro aspecto del delito macarthista. Voy a tomarme el atrevimiento de hacer ese añadido. Tú te habrás fijado, Isaías, que el Toro Que Más Muge dijo que ya la lista “había cumplido su cometido”. O sea, no fue que al ex dirigente juvenil adeco de Capacho, Adolfo Tascón, se le ocurrió un buen día hacer una “travesura”. Aquí hubo premeditación y alevosía. Adolfo cumplió una “tarea de partido”, como lo hacía cuando era adeco. Tú tendrás que interrogar a Chávez. Tu nueva fiscal estrella, Luisa Ortega Díaz, puede ocuparse de eso e imputar a Chávez para que explique cuál era ese “cometido”. Porque santo no era. Chávez tendría que explicarle a Ortega Díaz si es que en algún momento él pensó que la “revolución” necesitaba una herramienta de retaliación, de venganza, para “ubicar” a sus “enemigos” y decretar un apartheid para ellos y que habiéndose logrado ese “cometido” ya la lista no hace falta. Tú tendrías que pedirle a Chávez que explique por qué esperó tanto tiempo para decretar el entierro de la lista. ¿Será que creía que todavía no se había cumplido el cometido?