Tareck El Aissami «traición con traición se paga», por Ángel Monagas
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Por más esfuerzos que hagan los que gobiernan Venezuela, nadie les cree: Esto no es un problema por la corrupción. Independientemente de la cantidad de dinero que se trate, esa no es la motivación de Nicolás.
Muchos sabían y eran parte del evidente comportamiento de Tareck El Aissami al frente de la industria petrolera.
Los medios El Nacional, TalCualDigital, entre otros, lo denunciaron hasta la saciedad. No obstante Maduro no movió ni un dedo para impedirlo, para subsanar.
Todo lo contrario. ¿Por qué antes no y ahora sí?
Los líderes chavistas en defensa de Nicolás muestran cuando el mencionado, lo dijo hace cuatro (4) meses.
¿Por qué esperar?
No es una lucha contra la corrupción, aunque inteligentemente se vende como el leitmotiv. Es una lucha por el poder. Así de simple y sencillo.
El Aissami representaba un riesgo para Nicolás. El sirio-libanés a diferencia de otros líderes que se han enfrentado a Nicolás, tenía años trabajando desde las bases. No hay lugar en Venezuela, dónde él no tenga un representante. De hecho, ha tocado a chavistas, independientes y opositores.
Tiene estructura (aún vigente muy a pesar de las detenciones), relaciones y toda una infraestructura pagada para dar el paso.
Esta pelea durará varios rounds
¿Dónde está Tareck El Aissami? varias versiones circulan.
Si está vivo, seguramente replanteará su juego al verse descubierto.
¿Pudiera negociar con los Estados Unidos? Es una posibilidad. Yo no lo creo. Su corazón islamita lo niega. Es el llamado de la sangre del pueblo de Mahoma.
Lo que ocurra dependerá de Maduro, quien seguramente pensará que al enemigo es mejor tenerlo de cerca. No así otros líderes del PSUV.
La preocupación de Nicolás seguramente estará basada en la representación ante el bloque islámico: Turquía, Irán, entre otros. Bloque necesario para suplir las necesidades financieras de Venezuela, en materia militar, por ejemplo.
Los implicados son interminables y luego serán caprichosos. Es la oportunidad de los Rodríguez de quitar «piedras del camino».
Diosdado teme y piensa «mañana puedo ser yo». Vladimir duda, aunque confía basado en el poder de las armas. Rafael Ramírez ríe. Arias prefiere no saber.
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¿Por qué Tareck El Aissami y no otro?
Para muchos y para nuestra torpe oposición, siguen el juego de Nicolás como si se tratara de un caso de corrupción, lo cual nadie lo cree. Es decir, la oposición representada le está dando la espalda a la opinión pública, no asumiendo la crítica real.
Muchos en la oposición y en el medio comercial negociaron con el personaje.
Por lo tanto, hay temor por la embestida que viene y de algún modo, Maduro se justifica con esa acción, pues si se las aplicó a los suyos, ¿Por qué no a los otros?
Tareck El Aissami era una de las cuatro (4) patas del chavismo en Venezuela:
La primera es Nicolás y bajo su mando, los Rodríguez, que no son «pata», sino repisa.
La segunda, es Diosdado, quien representa el mencionado como el número 2.
La tercera, es Vladimir Padrino, que es la pieza fuerte pues garantiza el apoyo de las armas. La policía constitucional, que no de gratis, abandonó su papel.
La cuarta quien dominaba la única y solitaria «gallinita de los huevos de oro», Tareck El Aissami al frente de la Industria Petrolera y todos sus derivados.
Maduro, sabía, algunos dicen que un «chamán» lo predijo y un monje de la religión Sai Baba lo confirmó, que tiene dos años de vida política.
Cierto o falso, El Aissami, representaba un peligro al liderazgo de Nicolás, quien tiene muchas deficiencias. Los Rodríguez constantemente lo recuerdan. «Había que salir del sirio libanés».
Yo creía hasta hace poco en esa tesis. Otros razonamientos me han hecho cambiar de pensamiento.
Llegué a creer que la única forma de lograr traer a Alex Saab era intercambiándolo con El Aissami. Comprendí que eso no es posible.
Por mucha información que tenga el preso en el imperio, por mucha caleta aún oculta y en el cerebro del colombiano torpemente disfrazado por la corporación de Nicolás como diplomático, es una pieza minúscula al lado de lo que sabe y representa El Aissami.
No queda de otra:
Si Nicolás quiere revivir la industria, puede tener el dinero del bloque de países terroristas, que es mucho, no así la tecnología, las relaciones y el empoderamiento que le daría Estados Unidos y otros países en el tema petrolero.
Maduro fue advertido.
Uno de los requisitos previos a ese acuerdo tipo Chevron, más otros cientos de corporaciones petroleras interesadas, es limpiar Pdvsa de la figura de Tareck El Aissami, quién es conocido por sus relaciones con grupos terroristas enemigos de Estados Unidos y de todo el bloque occidental como Hezbolá.
¿Qué estará pensando El Aissami?
Un amigo andino, con quien hablé hace unos días, compañero estudiantil del personaje en cuestión me dijo, palabras más, palabras menos: «Tareck sabía desde hace meses lo que venía y se «apertrechó» con tiempo. Sin embargo, me dijo «tarde comprendí que en política no hay hermanos, sino intereses y (según mi amigo remarcó) traición con traición, se paga». Y agregó: «Lo que veas no siempre es verdad, Tareck es un revolucionario de los nuevos tiempos».
Como dice Miguel Henrique Otero, en días pasados cuando lo entrevistamos en nuestro programa: «hay una tormenta perfecta».
Yo creo que Maduro lo sabe y sacó todos los paraguas, impermeables, botes salvavidas, etcétera, pero Tareck El Aissami también lo sabe e incluso ha enfrentado tormentas de arenas en el desierto…
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