Tartufo Chávez, por Simón Boccanegra
¡Este Chávez sí que tiene riñones! Ayer criticó las torturas que soldados gringos e ingleses han infligido a prisioneros iraquíes. Desde luego que se trata de un hecho abominable y este diario, que ha sido un crítico persistente de la política de Bush en Irak, lo denuncia y condena de frente. Pero Chávez carece completamente de autoridad moral para hacerlo. El Presidente de EEUU, al menos de la boca para afuera, expresó su consternación por el caso; Chávez, en cambio, felicitó a los guardias nacionales que torturaron y maltrataron a los detenidos en los días del 27F, negando evidencias que hasta el «defensor» del pueblo no pudo menos que reconocer en su informe sobre aquellos acontecimientos. El general norteamericano a cargo de los soldados torturadores fue destituido de inmediato. El comandante del CORE 5 de la GN continúa en su cargo. Chávez calla ante las torturas que quitaron la vida a Juan Carlos Zambrano y al soldado Richard Aguilar en la Guarnición del Zulia. En el caso de Fuerte Mara no sólo habló de «quemaduras leves» sino que exculpó por adelantado a los oficiales del Fuerte. El general Wilfredo Silva, comandante de la Guarnición del Zulia, por supuesto que continúa en su cargo. ¡Qué tartufada más repugnante!