Te digo a ti…, por Carlos Bracho
@elcarlosbracho
Nuestro país es un escenario en el que suceden distintos acontecimientos que sin duda han marcado un precedente histórico en el comportamiento del venezolano; la educación y los valores parecen perdidos ante la búsqueda de la resolución de problemas o el superar constante de las barreras que pone la crisis social, política y económica que vivimos, y es que el venezolano está tan afectado, estresado y agotado que ha ido borrando muchas de las actitudes y gestos que antes nos caracterizaban
Si me preguntan extraño tanto la hermandad de todos nosotros, que es una de las cosas por las que sigo en el país luchando y trabajando, para rescatar un pedacito de lo perdido o al menos llevarlo como enrolo para que otros se contagien a lo largo de mi camino, sin embargo muchas veces es tan complejo nadar en contra la corriente, que la reflexión de la mente parece ser el único impulso que permite evitar el desgaste del día a día»
Comparto este pensamiento porque creo que entre todos podemos rescatar los valores y esa manera de actuar auténtica del venezolano, no podemos permitir que un gobierno robe lo que nos pertenece, que nos estrese, que derrumbe nuestro estado de ánimo, que nos golpee la moral y que mucho menos nos deprima, nosotros somos y podemos ser mucho más fuertes que las adversidades, es lógico que existan momentos de ánimo bajo, momentos en los que la cabeza da vueltas buscando solución, pero eso no es motivo para que cambiemos, para que cedamos nuestra paz, nuestra salud, de nosotros mismos depende estar bien, de nosotros mismos depende preservar lo único que es nuestro; cuidemos nuestro carácter, nuestro accionar, nuestros pensamientos y nuestras decisiones, eso nos hará afrontar esta crisis firmes y nos permitirá ayudar más, ver rostros diferentes en la calle e incluso encontrar una mejor salida a cada uno de nuestros problemas.
Hoy te digo a ti que me lees, seamos parte de esa luz al final del túnel, parte de la solución, parte del buenos días, de la cara sonriente que inspira confianza, de la mano amiga que ayuda al hermano y de esa mente positiva que cree en esta tierra, que entiende que el problema no es solo político, el problema es social y nosotros somos parte importante para generar ese cambio que queremos.