Teodoro fue «claro y raspao» con la prensa siendo ministro de economía
Los reporteros del área económica lo recuerdan como un hombre de carácter «fuerte y tosco», pero reconocen su amplio acercamiento con la prensa y cómo hizo esfuerzos por dar a conocer a la población las reformas de la llamada «Agenda Venezuela»
Teodoro Petkoff estuvo al frente de la política económica en el segundo gobierno de Rafael Caldera entre los años 1996 y 1999. Como ministro de Cordiplan, hoy Planificación, lideró el programa económico llamado Agenda Venezuela y según recuerdan los periodistas de la época hizo todo lo posible porque la población venezolana entendiera los objetivos del plan para recuperar la economía del país.
Este programa integraba un conjunto de medidas que buscaban eliminar los controles de cambio y de precios, aplicar un proceso de privatización y cambiar algunas normas del sistema de seguridad social con la modificación del cálculo de las prestaciones sociales a través de la reforma a la Ley del Trabajo. Las críticas al programa no se hicieron esperar, por lo que quizás Petkoff comprendió la importancia de llevar a cabo una amplia campaña informativa y la atención hacia la prensa sin muchas formalidades.
Su frase «estamos mal, pero vamos bien» fueron las palabras más emblemáticas que ofreció a los medios de comunicación, cuando trató de explicar los avances del programa económico que lideró. «Con esta reforma, estamos completando los cambios macroeconómicos, estamos saneando la economía, pero al mismo tiempo estamos sentando las bases estructurales e institucionales para que no reaparezcan los desequilibrios macroeconómicos«, afirmó Petkoff en 1996 desde el Palacio de Miraflores.
Lamentablemente, 22 años después la economía de Venezuela sufre de las peores enfermedades: hiperinflación, escasez, devaluación y depresión económica, producto de las medidas aplicadas por otro gobierno.
«Recorrió el país para dar a conocer la Agenda Venezuela, le hablaba directamente a la gente sobre qué significaban las reformas. Fue muy criticado por las modificaciones a la Ley del Trabajo. Muchos señalaron que el gobierno se había robado las prestaciones sociales de los trabajadores, pero esos mismos que lo criticaron fueron los que estando en el gobierno de Hugo Chávez no quisieron eliminar el articulado sobre las prestaciones sociales cuando se modificó nuevamente esta ley en 2012», recordó Yolanda Ojeda, periodista de finanzas públicas durante la gestión de Petkoff
Destaca que en el gobierno habían diferencias, pero Petkoff logró liderar el proceso para recuperar la economía. «Teodoro sabía la importancia de llegar a consensos para el éxito del programa», cuenta Ojeda.
¿Qué diferencia tenía su gestión con la de otros ministros de economía? Para Carlos Camacho, periodista del extinto diario The Daily Journal, «Teodoro hizo un gran esfuerzo para hacer que la gente entendiera las medidas. El llegó a admitir que el plan era muy parecido al paquete económico de Carlos Andrés Pérez, pero que la diferencia estuvo en la mayor difusión de la conveniencia de estas medidas».
Los periodistas de medios nacionales y extranjeros fueron testigos de su defensa del plan económico de Caldera.
«Teodoro era una persona que defendía todos sus intereses como ministro con todo lo que tenía. Se embarcó en la misión de construir la Agenda Venezuela y quienes se hacían eco de informaciones que eran dañinas para el plan, bueno él fue muy duro contra ellos. Cuando fue candidato para la alcaldía de Libertador dijo en una oportunidad ‘déjenme construir aunque sea una alcantarilla’, eso se vio muy mal, pero cuando llegó a Cordiplan se entendió lo que quería decir», sostuvo Pedro García Otero, quien cubrió la fuente económica desde el diario El Universal.
«Como jefe del gabinete económico, Teodoro llevaba adelante la Agenda Venezuela y para ese momento era un plan que estaba dando resultados exitosos. Vino a corregir los desastres que había cometido el presidente Caldera durante parte de su gestión, pero luego los precios del petróleo cayeron y no se tomaron algunas previsiones, por lo que la Agenda Venezuela sucumbió y el resultado de ese fracaso fue el triunfo de Hugo Chávez en 1999», destacó Andrés Rojas, reportero del diario El Nacional para la época.
Resalta precisamente que durante ese tiempo, Petkoff tenía desacuerdos con El Nacional, pero que a pesar de ello él tenía muy claro cuál era la línea editorial de un medio de comunicación y era muy respetuoso de la importancia de los periodistas y de la información económica.
«Esa relación era muy directa con el periodista cuando tenía una crítica y aún así, su relación con la prensa fue muy abierta y transparente», apuntó Rojas
Además de periodista, Petkoff también estudió economía, recordó el actual director del portal de noticias El Estímulo, Omar Lugo.
«Yo era corresponsal y jefe del servicio financiero en español de Venezuela de la agencia Reuters cuando Teodoro fue nombrado ministro de Cordiplan. Él se graduó de economista con honores, faceta que desconoce mucha gente. Recuerdo que en el proceso de privatización de Sidor lo estaba entrevistando, él estaba a la carrera, siempre andaba a la carrera y, me dijo una frase ‘es que esta venta es muy buena, porque cebará la bomba de las inversiones extranjeras en Venezuela’.
Afirmó que Petkoff creía en la libertad económica y en la participación del sector privado para el desarrollo del país.
«El era muy pragmático. Fue un hombre que creyó en las reformas que aplicaron con la Agenda Venezuela, creía en la inversión privada y en la necesidad de sumar fuentes de ingresos de todos lados para rescatar al país del retroceso económico que había en ese momento, y la cual no hay forma de compararlo con lo que está ocurriendo hoy en día en Venezuela», apuntó Lugo
Directo con la prensa
La mayoría de los periodistas coinciden en que Petkoff tenía una fuerte personalidad, que era implacable si creía que alguna información estaba mal y que no dudaba en hacérselo saber personalmente al periodista. Pero a pesar de ello, las puertas de su despacho casi siempre estaban abiertas para dar una noticia. Llamarlo «ministro» no era común, «Teodoro» era la norma.
«Como el slogan de TalCual, Teodoro era ‘claro y raspao’ con la prensa. El no sólo se reunía con los periodistas que cubríamos el área de finanzas públicas, cada cierto tiempo también tenía encuentros con reporteros de otras áreas como salud, educación, entre otros. A nosotros nos daba celos, pero después comprendimos que él buscaba conocer qué pasaba en otros sectores del país para poder transmitirlo a los otros ministros», recordó Yolanda Ojeda.
Petkoff tenía un trato muy directo con el periodista, cuenta Pedro García Otero. «Era un hombre muy justo, sabía qué era noticia y si esto lo entendía el periodista pues se la llevaba muy bien con él. Podía llamar directamente al reportero para informarle de algunas cosas o el periodista lo llamaba y le atendía. Era muy cercano al grupo de periodistas que lo cubrían siempre a él».
Escuchar estas palabras cuando actualmente la prensa no tiene acceso directo al gobierno, deja un sabor amargo para el periodista que hoy en día intenta sin suerte, tratar de conseguir una estadística oficial.
«Teodoro podía encontrarte en un pasillo del ministerio y decirte ‘chico, ¿qué estás haciendo ahí? Pasa para la oficina’ o cuando durante las intensas conversaciones con el Fondo Monetario Internacional en la antigua sede del ministerio de Finanzas en Caracas, si algún reportero se le atravesaba al carro de Teodoro, él se bajaba y señalaba: ‘¡Chico! pero, ¿qué quieren ustedes, no saben que esto no da noticias todos los días, apenas estamos negociando, todavía a esto le falta!’«, agrega Omar Lugo.
Destaca la amistad en el trato que Petkoff tuvo con algunos periodistas, pero que esto no implicó favoritismo por parte del entonces ministro, a la vez que el respeto se mantuvo siempre presente entre ambas partes.
«En el trato con los periodistas siempre fue hosco con todo el mundo, porque era su naturaleza, su modo de ser, pero eso no significaba que no respetara a la prensa o no le tuviera aprecio a los periodistas. Fuimos amigos pero no en ese término que hoy la gente confunde, de pretender que un periodista y la fuente puedan jugar dominó juntos y no tener una relación profesional y confrontacional como corresponde a cada lado. Como siempre el periodista quiere sacar cosas que la fuente no quiere decirlas todas», resalta Lugo.
Ante el conocimiento que tenía Petkoff del trabajo de los periodistas que conoció mientras fue ministro, años después como director fundador del diario TalCual, llamó a varios de ellos para integrar su equipo de trabajo.
«Al final de su gestión se fue desarrollando una suerte de amistad y me tocó verlo en varias oportunidades. Me propuso irme con él a trabajar a TalCual, creo que hubiera sido una grata experiencia pero no se dieron las circunstancias, conservo con Teodoro una gran amistad. Antes de conocerlo personalmente mi referencia de él fue a través de mi padre, quien a pesar de ser socialcristiano tenía una gran admiración por Teodoro por la forma en que había roto con la línea del partido comunista y cuando escribió su libro Checoslovaquia: el socialismo como problema (escrito en 1969)», cuenta Andrés Rojas, actual director de la revista petrolera Petroguía.
«Una vez me llamó para participar en el proyecto de TalCual pero yo decidí quedarme en El Universal. Me quedé con la espinita de no haber trabajado con él», dice García Otero.
Lugo recuerda que siendo ministro, Petkoff disfrutaba por igual de un juego de béisbol con algunos reporteros. «A Teodoro le gustaba mucho el basquet y el béisbol, a veces se reunía en casa de algún corresponsal extranjero para ver los partidos y entre manís y pistachos había ese tipo de acercamientos con la prensa. Pero esto no significaba que iba a revelar secretos de Estado»
Una vez estando en su oficina mientras Petkoff hablaba de como atacar la inflación, le llamó la atención un libro titulado «Big Story« (sobre la guerra de Vietnam) que Carlos Camacho llevaba consigo.
«Debe reconocer la gran curiosidad intelectual que tenía Teodoro, en cuanto vio el libro me lo quitó y lo ojeo, me hizo preguntas sobre el libro y me lo pidió para leerlo. Le di como excusa de que aún no lo había terminado de leer. Tiempo después nos encontramos a la salida de una función de opera en el Teatro Teresa Carreño y a la cual asistió el presidente Caldera, durante el brindis me dijo sin ningún tipo de remordimiento: ‘Te voy a contar una cosa, a mi no me gusta la opera’. Yo respondí: «A mi tampoco, ¿qué te gusta? y respondió: ‘La música ranchera'».
García Otero recuerda varios episodios de Petkoff que pueden ser considerados premonitorios.
«Una anécdota para mi maravillosa, es el día que Chávez asume el poder el 2 de febrero de 1998. Yo iba por la avenida Universidad viendo el río de gente que caminaba hacia el Palacio Federal y me lo encontré y le pregunté: ‘Teodoro, ¿cómo ves la vaina?, mira este gentío acompañando a Chávez. Y su frase fue: ‘Estamos bien jodidos, esto no va ir por buen camino’. Al igual que el día que en una reunión del MAS decidió renunciar al partido que fundó, preguntó ‘¿Con quién creen que va a gobernar Chávez?’ y la audiencia le respondió: ‘¡Con nosotros!’, acto seguido él los miró, se río y dijo: ‘¿Si? pónganse a creer'».