Terrorismo parlamentario, por Simón Boccanegra
El avance del chavismo hacia el totalitarismo poseeuna particularidad que lo singulariza entre otras experiencias semejantes. Todo lo que Chacumbele ha hecho para ir reduciéndole espacio a la vida democrática tiene un carácter que podría denominarse «legal». Es decir, está apoyado en leyes, aprobadas por un Parlamento democráticamente elegido, del cual la oposición escogió ausentarse, dejándole las manos completamente libres al chavismo, salvo el momento en que aparecieron los reducidos grupos parlamentarios de Podemos y el grupo Humanista, que viene librando una batalla verdaderamente heroica contra la aplanadora de las focas. Cada paso que Chacumbele va a dar para adelantar algún atropello lo precede de la aprobación de una ley que lo valida. En otros casos primero ha cometido el atropello y luego se apresura a hacer aprobar por el dócil Parlamento la ley que lo convalida.
Con las reformas a las leyes de Telecomunicaciones y Resorte está preparando el piso jurídico sobre el cual pretende hacer avanzar los tanques del totalitarismo y la dictadura. En esas reformas lo esencial es que el Estado se hace del control total de los medios radiotelevisivos. Hay al menos 46 previsiones que conducen a alcanzar tal objetivo. Todo pasa por el Estado, no como ente rector sino como ente regulador y contralor. La radio y la televisión no podrán hacer nada al margen de disposiciones del Estado. Todo requerirá «habilitación» del Estado. Todo estará totalmente regulado y toda violación de la ley será castigada con penas desproporcionadas. La sola lectura de la ley produce escalofríos. Es una ley terrorista.