Testigo, por Simón Boccanegra
Como ya es sabido, el director de TalCual ha sido citado por la Fiscalía para que comparezca el día de hoy, a las 10 de la mañana, ante la fiscal Luisa Ortega Díaz, “a fin de ser entrevistado en investigación que adelanta este Despacho Fiscal”. Esta seca retórica burocrática, cuyo propósito no sé si es el de asustar a los citados preguntándose qué habrán hecho, llevó al interfecto a comunicarse telefónicamente con la fiscal. Así se enteró que se le cita en condición de “testigo” en la investigación que adelanta el Ministerio Público sobre los hechos del 11 de abril de 2002. Bueno, no deja de ser un alivio que sea como “testigo” y no como “imputado”. Aunque nada garantiza que no pase de una categoría a la otra, porque el peculiar sentido de la justicia de la Fiscalía lo puso de manifiesto el propio Isaías cuando Teodoro lo llamó para pedir su acción en el caso de la grabación telefónica que Vladimir Villegas (sí, el mismo que ahora habla de ética), casi en estado orgásmico, transmitiera por el canal 8. Isaías le dijo que no podía hacer nada porque se trataba de un caso de acción privada. Teodoro tenía delante la Ley sobre Privacidad de las Comunicaciones, en la cual está claramente señalado como delito el uso de grabaciones ilegales por parte de un funcionario público. Trancó y de allí en adelante no habló más nunca con Isaías. ¿Para qué?