Testigos políticos clausuraron jornada electoral ante ausencia de miembros del CNE
La tímida participación electoral disminuyó con el pasar de las horas, en un proceso que dejó como postales centros de votación vacíos, limitaciones al acceso de la prensa y presencia de puntos rojos camuflados
Con información de Roison Figuera y Brian Contreras
Testigos de los diferentes partidos políticos y hasta electores fueron los encargados de cerrar la jornada electoral de este 21 de noviembre, debido a la ausencia de los miembros de mesas que fueron designados por el Consejo Nacional Electoral (CNE).
El hecho se repitió en la mayoría de los centros de votación a los que TalCual acudió. Gregory Berfon, coordinador del centro de votación Liceo Fermín Toro, detalló que el plantel abrió a las 6:00 am con testigos accidentales de partidos como la Alianza Democrática, la Mesa de la Unidad y el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) porque los miembros de mesa designados por el Poder Electoral no se presentaron.
Al preguntársele por la afluencia de electores en el plantel dijo que el CNE ordenó que los coordinadores no podían manejar estadísticas del número de electores, pero sí precisó que en la institución votan 8.554 personas distribuidos en diez mesas.
Berfon detalló que en la jornada fue la población adulta y adulta mayor la que se dio cita en las urnas electorales y que no hubo congestión debido a la rapidez del proceso.
La ausencia de miembros de mesa designados por el ente rector se replicó. En la Experimental Venezuela de la avenida México no asistió ningún miembro del CNE, por lo que las mesas tuvieron que ser constituidas por testigos de partidos como el PSUV, la MUD, Soluciones y Fuerza Vecinal.
Edgar Goyanes, coordinador del centro de votación detalló que electores fungieron durante toda la jornada como secretarios debido a la falta del personal del Poder Electoral.
En los centros de votación Padre Mendoza, José Ávalos de El Valle y el Liceo Bolivariano Luis Ezpelosin de Catia, las mesas también se constituyeron con testigos políticos.
De participación tímida en la mañana a nula en la tarde
En un recorrido realizado por TalCual en centros de votación de Caracas, se pudo evidenciar que los niveles de participación fueron bajos y las expectativas de los funcionarios del Consejo Nacional Electoral (CNE) no fueron alcanzadas.
El promedio de participación de los centros de votación visitados fue de apenas un 23,2% para mediados de las 4:00 pm, a pesar de que los funcionarios aseguraban que había un nivel de participación adecuado.
En el colegio La Salle Tienda Honda, de Altagracia, la coordinadora del centro de votación, Ninoska Centeno, reportó una participación de 1.743 electores de los 7.000 inscritos y señaló que era un nivel elevado, especialmente al considerar los 900 votos de las elecciones parlamentarias de 2020.
No obstante, mientras Centeno resaltaba la participación, una de sus colaboradoras se le acercó para hacerle saber su preocupación por la escasez de electores. «Tenemos que movilizar a más gente», le dijo en un momento en el que apenas entraban algunos electores al centro de votación.
Frente al centro educativo, apenas un par de personas revisaban si estaban listados y en qué mesa les correspondía ejercer su derecho al sufragio. Para las 4:00 pm no se formaba ninguna cola para acceder a la edificación.
Un discurso similar se presentaba desde el liceo Lino Gallardo, ubicado en La Pastora, donde los encargados hablaban de un 40% de participación, a pesar de que los números reflejaban realmente un 30%, pues se habían registrado 1.297 votos de los 4.320 electores inscritos.
La coordinadora del centro de votación, Deilyn Navarro, garantizó que la jornada fue más fluida que en ocasiones anteriores, y que destacó por la ausencia de novedades e incidentes, al igual que por la visita de observadores internacionales de la Unión Europea (UE) y otras organizaciones nacionales.
Por otra parte, Marta Guzmán, coordinadora del centro de votación José Ávalos, en El Valle, dijo pasadas las 4:30 pm que de 7.500 electores había sufragado solo 25% del total. Aseguró que es un porcentaje estándar, tomando en cuenta el tipo de elección, pues «este es un país con cultura presidencialista».
Agregó que el proceso transcurrió de forma fluida y que hubo momentos en los que el centro de votación estuvo lleno de gente y otros vacíos por lo rápido del sistema. Añadió que al principio de la jornada hubo confusión en los electores de la mesa 1 porque no sabían buscarse en las listas.
*Lea también: CNE ordena cerrar centros de votación a menos que haya electores en cola
Explicó, la coordinadora del centro, que las listas estaban divididas en dos partes, en la primera las personas con discapacidad y de edad muy avanzada y en la segunda los demás electores. Asegura que en el avanzar de la jornada las dudas se aclararon.
En el centro de votación Padre Mendoza, en El Valle a las 5:00 pm había votado un poco demás del 10% de la población electoral del plantel (4.130 personas), según lo informado a TalCual por Yenny Sánchez, coordinadora del centro.
«Menos del mil personas han votado», dijo sin precisar el número. Al mismo tiempo, afirmó que la cifra es mayor a la que se registró en los últimos eventos.
En la Experimental Venezuela, en el centro de Caracas, a las 5:30 pm, Edgar Goyanes, informó que habían votado 1.283 de las 5.077 personas inscritas, es decir 24,87% de la población electoral del plantel. «Es un número significativo, en comparación a las elecciones regionales pasadas», comentó.
En el Liceo Bolivariano Luis Ezpelosin a las 5:45 pm habían ejercido su derecho al voto 1.452, de los 3.992 electores que están inscritos en el centro de votación.
Aunque Sánchez consideró que la participación fue baja destacó que en comparación a elecciones pasadas hubo «mayor movimiento». Agregó que los adultos mayores y las personas con discapacidad son los que en mayor número acudieron a las urnas electorales.
Una de las tasas de participación más bajas durante el recorrido se obtuvo de uno de los centros de votación más grandes de Caracas. En el liceo Andrés Bello, ubicado en La Candelaria, se contaban apenas alrededor de 2.000 votos de los 12.000 inscritos, es decir, un 16% de participación para las 4:00pm.
Según acompañantes electorales que hacían un recorrido por este centro de votación, la afluencia de votantes fue positiva, pero disminuyó en la tarde.
«Vimos en la mañana mayor afluencia que en la tarde. Es algo completamente normal. La gente aprovecha la mañana. Progresivamente va apaciguándose la afluencia de electores», detalló Nela Cedeño, acompañante internacional proveniente de Ecuador.
*Lea también: Observadores internacionales exaltan paz y tranquilidad en elecciones regionales
Cifras similares se obtuvieron en el Colegio Universitario Francisco de Miranda, de la parroquia Altagracia. Los 810 sufragios constituyeron apenas un 17,6% de los 4.579 inscritos.
La coordinadora del centro, Geraldine Anchundia, explicó que posiblemente habría un repunte pasadas las horas, pero que en comparación con el año pasado, la participación era positiva.
«Debería haber un repunte hacia la tarde, pero comparando al año pasado, en las parlamentarias, creo que vamos bastante bien», sostuvo.
Los puntos «no rojos»
Entre los temas que desatan polémica en las elecciones venezolanas, suele mencionarse con frecuencia la presencia de los denominados «puntos rojos», centros de militantes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) que solicitan el registro de los votantes con el carnet de la patria para repartir bonos y otros «beneficios» del gobierno de Nicolás Maduro a quienes voten.
Ante las denuncias elevadas en años anteriores, el CNE se comprometió a evitar que se instalaran puntos rojos en las inmediaciones de los centros de votación. En efecto, los evidentes toldos rojos que solían identificar estos puestos de control no se han detectado en la jornada. Sin embargo, los militantes del PSUV siguen haciendo de las suyas.
En la gran mayoría de los centros de votación visitados en el centro de Caracas, se observaba con frecuencia a grupos de personas a una cuadra de distancia, que interceptaban a los electores después de votar, para solicitar sus documentos y proceder a registrarlos.
Votantes cuestionados por TalCual, que prefirieron mantenerse en el anonimato, manifestaron sus quejas ante la presencia de estos puntos, evidentes por la permanencia de las personas instaladas en dichos puestos desde el inicio de la jornada.
«Esos que están allá (en la esquina contigua al colegio Andrés Bello) son un punto rojo sin toldo. Más temprano pasé y estaban allí. Los puntos rojos están, pero camuflados. Siempre están allí y son las mismas personas», destacó una electora.
Protocolo electoral: censura y control
El Plan República se hizo destacar en materia de atención a la prensa, pues además de las violaciones a la libertad de expresión, como denunció Espacio Público, sino además con sus protocolos de atención a la prensa
En lugar de mantener un protocolo uniforme para todos los centros de votación, en cada uno se imponían normas y reglamentos distintos, la mayoría enfocados en las restricciones de cobertura, impidiendo tomar fotos, limitando accesos e incluso evitando ofrecer informaciones concretas.
El equipo de TalCual se enfrentó con obstrucciones a la libertad de prensa. La primera situación se presentó en el colegio José Gil Fortoul, donde uno de los efectivos del Plan República impidió la entrada a la institución y la comunicación con la coordinadora del centro electoral.
Utilizó como justificación la posición «neutral» de la funcionaria del CNE, que le impedía ofrecer declaraciones de cualquier tipo a los medios de comunicación.
En el centro de votación Liceo Diego de Lozada, en El Valle, se negaron a indicar cuántos electores sufragan y cuántos lo han hecho hasta ahora. La «asistente» de un coordinador que aseguró llamarse Katherine Pérez, dijo que dar esos números «desde siempre ha estado prohibido».
En este centro hay seis mesas. Según la «asistente» del coordinador del centro, todo transcurrió con normalidad y fue en horas de la mañana que más hubo votantes.
Algunos funcionarios del CNE hablaron con timidez y reservas a la prensa, como ocurrió en el Colegio Simón Bolívar, de Altagracia. En esta institución, la coordinadora del centro incluso pidió no ser mencionada, por temor a alguna represalia de sus superiores.