Tiemblan los marines, por Simón Boccanegra
La maquinaria de guerra del imperio se paralizó ipso facto. Las palabras del ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela fueron la causa. Los marines se chorrearon literalmente de miedo cuando supieron que los países de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA) no se quedarían de «brazos cruzados» si el «imperio y sus aliados atacaban a Siria».
Los barcos de las flotas gringas se pusieron en máxima alerta para detectar la posible presencia de fragatas venezolanas acechándolos, convencidos, como están, que esas noticias que se difunden desde Venezuela, según las cuales dichas fragatas no pueden abandonar puerto porque se hunden, no son sino informaciones falsas para engañar marines. Pero es que a Esteban y sus muchachos les gusta dárselas de bravos.
Todavía muchos recuerdan la orden presidencial de mover 10 batallones a la frontera con Colombia. Pura bulla. La verdad es que los yanquis no debieron asustarse ante la advertencia de Maduro, porque más adelante éste señaló que lo primero que van a hacer los integrantes de la ALBA es decir la verdad, lo cual es otra mentira más, de un Ejecutivo como el venezolano de por sí mentiroso. El gobierno sirio debe tener claro que para poder mantenerse en el poder tiene que contar con aliados más sólidos que los capitaneados por la administración de Chacumbele.
El presidente sirio, Bachar al Asad, seguramente mientras escuchaba a Maduro se preguntaba si Venezuela le dejaría de mandar petróleo al país que representa la principal amenaza para su régimen dictatorial. Sería un gesto de verdad concreto de parte de Esteban y sus muchachos. El canciller dijo también que van a apoyar al gobierno sirio en la ONU, pues ese organismo no debe ser utilizado por el imperialismo y sus aliados para justificar invasiones e intervenciones en otros países, y en este punto Maduro tiene razón. Pero la administración de Chacumbele pierde autoridad cuando se alía con cuanto sátrapa queda en el mundo.
Desde Fidel y Raúl, pasando por Gaddafi y Alexander Lukashenko y terminando con al Asad. Claro que Esteban se ve reflejado en ellos, son sus guías.