Tiempo nublado, por Simón Boccanegra
La macroeconomía está comenzando a pasarle facturas a Chacumbele ( “él mismito se mató” ). El superávit en la cuenta corriente de la balanza de pagos (la cuenta que se ocupa de exportaciones e importaciones en la suma total de ingresos y egresos del país), cayó en el primer trimestre de este año, en 48%, comparado con el mismo lapso de 2006. De 7.004 millones de dólares bajó a 3.662 millones. Por su parte la cuenta de capital tuvo un incremento en su déficit , para el mismo periodo, de 49%, llegando a los 8.300 millones de dólares. De manera que sumando ambas cuentas, la corriente y la de capital, una con un superávit menor y la otra con déficit, la balanza de pagos presenta, para el primer trimestre, un déficit de 5.600 millones de dólares. Usted está leyendo bien: en medio de una inundación de petrodólares, la balanza de pagos de nuestro país tuvo un déficit de ese tamaño entre enero y marzo de este año. Gasta el país mucho más de lo que le entra. ¿Razones? Entre otras, un crecimiento espectacular de las importaciones, que alcanzaron los 9.100 millones de dólares, esto es, 47% más que en el primer trimestre de 2006. Chacumbele está preso de su política fiscal y de la cambiaria. No puede dejar de gastar y quiere mantener anclado el tipo de cambio. Una combinación letal. Nubes oscuras se apelotonan en el cielo.