Tobías el dialogante, por Simón Boccanegra
La verdad es que hay que quitarse el sombrero ante Tobías Nóbrega. No sólo por haber aceptado ese cacho de agua de ser ministro de un gobierno como este o por tener que compartir responsabilidades con ese simpático profesor Nimbo que es Felipe Pérez, buen ministro para «repúblicas aéreas», como habría dicho Bolívar, pero no exactamente para este país en crisis, sino por eso que hizo de ir a hablar con la CTV. En un gobierno donde sus talibanes discuten si la central obrera existe o no y donde la bilis de los pepetistas impide toda consideración racional de las relaciones con la CTV, Tobías se quitó de malos ruidos y se sentó con Ortega y su gente para hablar de cosas concretas: sueldos y salarios, pasivos laborales, contratos colectivos. Porque mientras para la dulce María Cristina Iglesias la CTV es un tema abstracto y para Aristóbulo una espinita que no logra sacarse, para el ministro de Finanzas la central obrera es la insoslayable contraparte del Estado en materia laboral. ¿Entenderán esto en la inefable Comisión de Diálogo?