Todo es según el color del cristal con que se mira
Conversación entre Trino Alcides Díaz (Seniat) y un periodista. Dice Trino, en tono muy crítico, que el IVA es un impuesto inventado por el neoliberalismo, un tributo regresivo, que golpea más a los pobres que a los ricos. Pregunta el periodista: «Si es tan malo, ¿por qué no lo quitan?» Cogido infraganti, sólo atina a responder: «No podemos eliminar un impuesto que produce la mitad del ingreso no petrolero del fisco». ¿No debió Trino haber dicho esto sin necesidad de que el periodista se lo preguntara, como una suerte de «pero» indispensable a su anterior afirmación? No se sentía obligado a ello. El chavista cree poseer, por el mero hecho de autoatribuirse la condición «revolucionaria», una superioridad moral que lo protege. El mismo impuesto, cobrado por el gobierno Caldera es un atentado neoliberal a los pobres pero cobrado por Trino, en el gobierno Chávez, es un comprensible acto de pragmatismo revolucionario. Es lo que Ibsen Martínez denominara supremacismo moral del chavismo. Como dijera Ibsen, si usted, por ejemplo, caza a un chavista con las manos en la mascada, el tipo lo que hace es arrecharse. Los revolucionarios no roban sino que redistribuyen la riqueza.