Tonticidio, por Simón Boccanegra
Por tercera vez Hugo nos viene con el cuento chino del magnicidio. La primera vez fue lo del francotirador de Ciudad Bolívar. Resultó un inocente cazador del cual ni se molestaron en darnos el nombre. La segunda vez fueron unas bombas que los hermanos Otaiza «encontraron» en el aeropuerto de Maiquetía. Ni presos ni información adicional. Ahora el propio Hugo nos sale con esta estrambótica truculencia de la bazuca. Con esto batió todos los récords. Hasta el de José Vicente con su cuento del gallo pelón cuando lo de Montesinos. Debe pensar Hugolino que este es un país de débiles mentales. La policía dizque encontró una bazuca, planos, celulares en los cuales estaban registradas llamadas a los «cómplices», hechas todas, qué casualidad, en ese mismo momento. Lo único que no encontró fue a los encargados de la tarea. ¿A quién creen que pueden engañar con esa inverosímil tontería? Sin embargo, tanta estupidez no puede ser gratuita. ¿Qué esconde? ¿El pretexto para la represión policial? ¿O el pretexto para esconderse? Porque eso fue lo que anunció Hugo: que ya no sale más del bunker miraflorino.