Torneo de tonterías, por Simón Boccanegra
En la guerra de sandeces en que están empeñados Chávez y algunos de sus opositores, si nos pela el chingo nos agarra el sin nariz. Como si no fuera suficiente con la última novedad esperpéntica puesta en órbita por el presidente, esa de que los ahorristas «bolivarianos» (que deben estar entre los mayores pelabolas del país, así que vaya usted a saber qué «ahorros» pueden tener) saquen su plata de los bancos privados y la metan, por ejemplo, en ese portento de banca estatal que es el Industrial, ahora aparecen por ahí unos sindicalistas de la CTV aseverando que pedirán un salario mínimo de 700 mil bolívares. Usted leyó bien: el salario mínimo actual, de 190 mil bolívares, sería incrementado ¡a 700 mil! Como las maquinillas de afeitar aquellas: lo que a la primera se le pasa, la segunda lo repasa. Las empresas que sobrevivan al otro plan estrambótico de Chávez, de entregarlas a sus trabajadores si van a un paro, morirían luego, inapelablemente, a manos de este novedoso sindicalismo «responsable». ¿Qué habremos hechos los venezolanos en otra vida para merecer esto?