Toy contento, por Laureano Márquez
Yo sé que Caracas no es Caracas y que en Petare los que votaron por Ocariz son los multimillonarios de la zona, que abandonaron por un momento la comodidad de los campos de golf de El Nazareno y las piscinas que cascadas de agua forman en La Lucha, para salir a votar. No se me escapa que la gente de Valencia quería y quiere matar a Bolívar y que son detestables. También sé que el general eructo y Manuit llegaron a sus cargos como candidatos de la oposición. Entiendo que el Estado Miranda tampoco es gran vaina, el Zulia menos todavía y en Carabobo El Pollo hizo trampa. Sin embargo, no sé por qué, igual estoy contento.
Creo que 10 años de entrenamiento me han convertido en masoquista-leninista. El presidente me convenció de que perdimos en la parte de la cadena alfanumérica que pude soportar y, no sé por qué, luego de la demostración, quedé todavía más contento. Y si él, que ganó, está contento. Y la oposición, que recibió esa feroz paliza, está contenta, eso significa que este país está comenzando a entender muchas cosas. Quizá, la más importante: que la democracia no es una guerra, sino aquel sistema en el cual el que pierde no lo pierde todo y el que gana no lo gana todo, es decir, eso que llaman los politólogos juegos suma variable.
Sólo le pido a Dios que en lo sucesivo sigamos perdiendo de la misma forma, que sea una pérdida lenta y progresiva y que en el transcurso de los próximos cuatro años, lo hayamos perdido todo. Y como nadie ha salido a dar la cara por la derrota, yo lo hago: Compañeros : Lamentablemente, por ahora, los objetivos que nos planteamos no fueron logrados en la ciudad capital. Es decir, nosotros, acá en Caracas, no logramos controlar el poder. Ustedes lo hicieron muy bien por allá, pero ya es tiempo de reflexionar y vendrán nuevas elecciones y el país tiene que enrumbarse definitivamente hacia un destino mejor. Así que oigan mi palabra. Oigan al comandante Márquez, quien les lanza este mensaje para que, por favor, reflexionen y depongan las candidaturas y las proclamaciones porque ya, en verdad, los objetivos que nos hemos trazado a nivel nacional es imposible que los logremos.
Compañeros: Oigan este mensaje solidario. Les agradezco su lealtad, les agradezco su valentía, su desprendimiento, y yo, ante el país y ante ustedes, a nombre del escualidismo pitiyankista golpista y fascista, asumo la responsabilidad de esta derrota.
Muchas gracias.