Trabajadores petroleros no aguantan más: “Estamos dispuestos a irnos a paro”
Dirigentes sindicales aseguraron que el descontento en la industria se siente más fuerte que nunca. Señalan que empleados de todo el país planean protestar en Caracas
Un depósito de 3.500 bolívares en la TEA (tarjeta electrónica alimentaria), recibido el jueves 4 de abril, fue el detonante para que trabajadores de Petroindependencia, Petrocarabobo, Petrocedeño, Petrosinovensa, Petropiar y Petromonagas evalúen ir a paro, aseguraron fuentes de la industria.
“Siguen burlándose de nosotros. No aguantamos más humillaciones, cada día nos sentimos más decepcionados por los miserables salarios que nos paga este gobierno criminal que sigue enriqueciéndose y acabando con Pdvsa. Planeamos ir a Caracas la próxima semana, estamos dispuestos a irnos a paro”, expresó un trabajador que, por seguridad, prefirió no identificarse.
Luis Hernández, director del Frente de Trabajadores Petroleros, aseguró que, ciertamente, en la Faja petrolífera del Orinoco se evalúa ir definitivamente a un paro laboral por la “grave situación de hambre y miseria” y la mala calidad de vida de los petroleros y sus familias.
Dijo que el personal de las empresas mixtas en las que participan la china CNPC y la rusa Rosneft estaría dispuesto a paralizar totalmente las operaciones si los gobiernos de Xi Jinping y de Vladímir Putin siguen prestando apoyo “al usurpador de Nicolás Maduro”.
“No vamos a permitir que estos gobiernos comunistas sigan robándose nuestros recursos mientras los venezolanos nos morimos de hambre por falta de alimentos y de medicinas. Ya estamos cansados de tanta miseria y ahora, para colmo, no hay agua ni electricidad. Esto no lo aguanta nadie”, expresó
José Bodas, directivo de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futpv), afirmó que en la industria hay un gran descontento y que los trabajadores están tan molestos que planean protestar en Caracas y coordinar acciones en las áreas de producción. “Todo dependerá de las plantas donde haya mayor tradición de lucha, más niveles de organización y más disposición a la pelea. Hay que recordar que la protesta está criminalizada, esos sindicalistas arrodillados al gobierno que encabeza Wills Rangel son unos rompehuelgas, unos esquiroles”, dijo.
Los trabajadores denunciaron que el constituyente Wills Rangel, militante del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y líder de la Futpv, prometió que se reajustaría el bono. En efecto, Bodas señaló que no se concretó el incremento del monto de la TEA de 1.328,5% prometido por la dirigencia sindical “roja rojita”, con lo cual el beneficio subiría de 3.500 a 50.000 bolívares. Por ello, los trabajadores exigen la renuncia inmediata de Rangel y de todos los “sindicaleros arrodillados al gobierno usurpador de Maduro”.
“El descontento es generalizado, no solo en la Faja Petrolífera del Orinoco sino también en el estado Zulia, en las empresas mixtas y en la misma sede de Pdvsa. Los jubilados también están molestos”, señaló
Un petrolero percibe, aproximadamente, 7.000 bolívares semanales, monto que no alcanza para comprar un cartón de huevos ni un kilo de queso llanero, que cuestan cerca de 13.000 y 18.000 bolívares, respectivamente. Los 3.500 bolívares que les depositan en la TEA no cubre ni 0,1% del costo de la canasta alimentaria familiar, que en febrero se situó en 1.272.695 bolívares, de acuerdo con el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros.
Este bono fue creado como sustituto del comisariato, beneficio contemplado desde el primer contrato colectivo firmado en 1946 y eliminado en febrero de 2005 por el fallecido presidente Hugo Chávez y Rafael Ramírez, quien fungía como ministro de Petróleo y Minería y presidente de Pdvsa. Estos eran abastos ubicados en los campos petroleros donde el trabajador podía comprar a menor precio todo tipo de artículos. Fue uno de los muchos beneficios laborales petroleros que el chavismo acabó en los últimos 20 años.
“Antes, en el comisariato, adquiríamos como 8 kilos de leche, 7 litros de aceite, 10 kilos de arroz, 16 paquetes de harina de maíz precocida, 12 cartones de huevo, 120 plátanos, 10 kilos de azúcar, 7 kilos de caraotas, 6 kilos de arvejas, 4 kilos de sal y 6 kilos de queso, además de sardinas, jamón, mortadela y otros productos. Todo eso lo comprábamos a precios que estaban 80% por debajo del mercado”, recordó Iván Freites, secretario de la Futpv.
“Perdimos muchísimo por esa tarjeta de alimentación, que no alcanza ni para comprar medio kilo de carne. El descontento, que viene desde hace años, ahora se está acrecentado más porque los trabajadores no tienen qué comer en su casa”, añadió el dirigente
Por el suelo
Antes de la llegada de Chávez al poder, en febrero de 1999, los trabajadores petroleros percibían más de 600 dólares, contándose entre los más privilegiados de Venezuela. El salario de un obrero era de 680 dólares, un técnico ganaba 1.200 dólares y un profesional 2.200 dólares mensuales, aproximadamente.
Ahora devengan menos de 10 dólares mensuales, por lo que se encuentran en situación de “pobreza extrema” según Naciones Unidas, pues perciben menos de 1,25 dólares diarios.“Los trabajadores de la Faja del Orinoco estamos acabados por culpa de este gobierno. Aquí el que pesaba 70 kilos ahora pesa 35, es una vergüenza”, dijo el petrolero.
Aseguró que la producción de petróleo y las condiciones laborales están por el suelo. “Aquí no se está produciendo prácticamente nada, los únicos que están gozando son los rusos, más nadie”.
Hernández afirmó que en la industria ya prácticamente hay un paro técnico por la falta de mantenimiento y de gerencia y el desmantelamiento de todas las instalaciones. “Recientemente hubo un derrame de petróleo por la rotura de una línea de 36 pulgadas en la localidad de la Morrocoya (estado Monagas), y también una explosión de una línea de gas en la vía que conduce a la población de Urica (estado Anzoátegui)”, denunció.
Trabajadores de la Faja aseguran que la producción de las empresas mixtas está prácticamente paralizada, pues además de dos talados de Petromonagas, que están en manos de Rosneft, los demás están desvalijados y los balancines solo están bombeando petróleo hasta la superficie de pozos petrolíferos viejos, que llevan operando entre 25 y 40 años, por lo que la extracción es marginal.
Sin embargo, el bombeo de crudo de Petromonagas se ha desplomado a pesar de que la empresa cuenta con dos taladros operativos. Señalan que de 175.000 barriles diarios de petróleo extrapesado que el mejorador convertía en crudo exportable cuatro años atrás, ahora apenas extrae 115.000.
No es una sorpresa si se recuerda la fuerte caída que en poco más de 20 años ha registrado la producción petrolera de Venezuela, país miembro fundador de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y que cuenta con las mayores reservas probadas de petróleo del mundo.
En 1998, la nación bombeaba más de 3 millones de barriles cada día. Poco más de veinte años después, en marzo pasado, la producción se ubicó por debajo de un millón de barriles diarios, según datos extraoficiales, el nivel más bajo en las últimas tres décadas.
“Estamos cansados y ya no tenemos miedo. Aquí todos los trabajadores nos estamos preparando para ir a Caracas a protestar porque no queremos nada con este gobierno. Nuestras familias se están yendo del país y nos estamos quedando solos”, añadió el petrolero.