Trabajo de Leopoldo López desde el exilio puede dar mayor impulso al gobierno interino
00La salida de Leopoldo López del país dejó a gran parte de la oposición sorprendida, mientras que el dirigente se apresta a cumplir con responsabilidades del gobierno interino que el encierro, tanto en prisión como diplomático, no le permitían. Analistas coinciden en que la importancia del líder de Voluntad Popular en el exilio la dictará el tiempo y su propia labor
El sábado 24 de octubre la información sobre la salida de Leopoldo López, dirigente y fundador de Voluntad Popular (VP), así como comisionado del centro del gobierno interino, corrió como pólvora. Versiones encontradas lo ubicaron en Colombia o islas del Caribe, pero en tránsito a España, donde se encuentran sus padres, esposa e hijos.
López no es una figura advenediza dentro de la política nacional. Desde la alcaldía de Chacao empezó a cobrar notoriedad dentro de la oposición hasta convertirse en uno de los líderes y figuras presidenciables. Pero en 2014, y por una decisión personal, decidió entregarse a las autoridades tras ser acusado de estar involucrado en varias muertes que habían sucedido en protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro.
En un juicio amañado, como lo reconoció el fiscal del caso Franklin Nieves, lo enviaron a pagar condena en Ramo Verde, una prisión destinada a militares y que se convirtió en el centro de detención desde donde su esposa, Lilian Tintori, denunciaba que estaba siendo sometido a torturas, tratos crueles, inhumanos o degradantes solo por adversar a Maduro.
La situación de López cambió en agosto de 2017, cuando le fue concedida una medida de arresto domiciliario. Desde allí, el dirigente de VP empezó nuevamente a tejer redes y tener contacto con figuras de autoridad, entre ellas el entonces director del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), a quien logró comprometer en la llamada “operación Libertad”, un alzamiento militar que tenía como objetivo la salida de Nicolás Maduro del poder pero que solo concretó la salida de López de su casa por cárcel.
Desde ese 30 de abril de 2019, Leopoldo López se mantuvo como huésped de la Embajada de España en Caracas, una posición que, si bien no le permitía realizar declaraciones políticas de forma continua, sí le permitió ejercer posiciones dentro del recién creado gobierno interino, que encabeza el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó.
Ahora López se encuentra en España, país que espera sea un trampolín que le permita visitar otras naciones, siempre y cuando la pandemia lo permita.
La figura de López
La consultora política y especialista en temas electorales Paola Molina Noguera aclara que, actualmente, todos los liderazgos opositores pasan por un periodo de desgaste interno. “Uno, por las expectativas de cambio tan altas que han generado y los escasos resultados que se han logrado manteniendo a los venezolanos en la peor crisis humanitaria registrada en América Latina. Dos, la oposición está fragmentada en grupos y visiones que no buscan puntos o acuerdos en común sobre la salida a la crisis»
Por ello destaca que en este momento lo apremiante es que se exijan investigaciones claras sobre las imputaciones que se están haciendo contra opositores, «particularmente el caso de Roland Carreño a raíz de la fuga de Leopoldo López para que no se convierta en una nueva ola de persecuciones o amedrentamiento contra la oposición».
Para Molina Noguera, la salida de Leopoldo López no es determinante a lo interno de la oposición. “Desde 2014 su activismo estaba limitado a su arresto en Ramo Verde, en su domicilio o como huésped de la Embajada de España, es decir, sin una influencia determinada frente a la sociedad venezolana”.
El politólogo Benigno Alarcón, director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello (CEP UCAB) considera que la relevancia política de López se determinará en función de lo que haga. “Juzgarlo a partir del momento en que sale del país es complicado, porque todavía no se ha empezado a mover, por decirlo de alguna manera. Si tras su salida se vuelve más activo y logra obtener mejores resultados, eso va a tener un impacto positivo dentro de la oposición”.
Puede también que Leopoldo López haga un gran esfuerzo y no logre algún resultado, menciona.
Aún así, el director del CEP UCAB afirma que Leopoldo López es un liderazgo relevante dentro del país, “pero también es una persona que ha sido testimonial de todos los horrores de este gobierno, al ser preso político y perseguido. Tiene una historia importante por contar. El estar además involucrado como una de los representantes del gobierno interino, además de ser líder de un partido como Voluntad Popular también le otorgan otro peso importante”.
Solamente la historia te terminará diciendo la trascendencia de una persona, señala Alarcón, al tiempo que recuerda que han habido figuras como Aung San Suu Kyi en Birmania, que fueron figuras desde el exilio pero relevantes para lograr una transición. “Es el mismo caso de Mandela en Sudáfrica. No los quiero comparar, pero los liderazgos que terminan pasando por estas vivencias son escuchados en todas partes. Son líderes que además tienen preso propio”.
Posición privilegiada
La consultora política Paola Molina Noguera coincide con Alarcón en que, por su condición de preso político, el dirigente de VP tendrá “buenos reflectores” para visibilizar la crisis nacional. “Seguramente se seguirán abriendo puertas a distintos gobiernos del mundo para recibirlo. Aunado cuenta con el precedente del activismo de Lilian Tintori en su caso. Pero también puede ser parte del destino de los exiliados, que con el tiempo sus liderazgos se ven opacados, pasan a perder reflectores y terminan siendo ‘un exiliado más’, como ha sucedido con otros actores políticos”.
En esta oportunidad hay un elemento adicional, refiere la consultora política, y es el cambio de la política del gobierno español hacia Venezuela, debido a su colaboración en la salida del propio López, además de la decisión de retirar embajadores de Caracas. “El reto de Leopoldo López será cómo rentabilizar los apoyos internacionales que se han obtenido en acciones más contundentes que generen presión, más allá de los comunicados oficiales de los distintos países”.
Un ejemplo de la situación particular con el dirigente de VP es la comparación con el mismo Juan Guaidó, quien no fue recibido por el presidente español Pedro Sánchez cuando visitó ese país en enero de este año. “En esta oportunidad, posiblemente también porque Sánchez no está en un momento electoral y ya tiene conformado un gobierno, Leopoldo López fue recibido 48 horas después de haber salido de Venezuela por Pedro Sánchez. Eso te dice que hay un peso específico importante allí”, señala Benigno Alarcón.
Lo que logre Leopoldo López depende en buena medida de lo que haga, reitera el profesor Alarcón. “Tiene la oportunidad de recuperar una relevancia importante, particularmente porque tiene la oportunidad de hablar, de reunirse con gente, de presentar su caso, de hacer cosas que no podía hacer mientras estaba en confinamiento. Todo dependerá de cómo use su libertad”.
El director del CEP UCAB cuestiona algunos voceros que aseguran que el dirigente de VP pasa a ser irrelevante apenas dejó de estar en suelo venezolano. “Hay líderes que han salido y nunca dejaron de ser relevantes. Un ejemplo de ellos es Rómulo Betancourt, que pasó mucho tiempo en el exilio”.
Mientras que el politólogo Óscar Vallés, jefe del Departamento de Estudios Políticos de la Universidad Metropolitana (Unimet), señala que es mucho más ventajoso tener un líder con la capacidad y la ventaja reputacional que tiene López en el exilio y en libertad que mantenerlo en Caracas.
«La oposición venezolana tiene ahora una franca y abierta línea de comunicación con Leopoldo López, quien representa un liderazgo importante y sabemos que es el hombre fuerte detrás del gobierno interino, pero el mismo López tendrá amplia posibilidades de comunicarse con fuerzas políticas que siempre han estado preocupados por el destino de Venezuela», destaca.
Va a tener la oportunidad de aprovechar su capacidad de relacionarse con gobiernos y actores extranjeros, resalta Vallés. «Si tomamos en cuenta los altos intereses que debe tener el gobierno interino, la figura de López será importante en el exterior. Tampoco habrá mucho recelo sobre su labor o que exista una falta de entendimiento con otros actores del gobierno interino».
López, el otro enviado
Una de las tareas que Leopoldo López dijo llevará adelante desde su exilio en España será dedicarse a viajar, dependiendo en principio de las restricciones por la pandemia de covid-19, para sumar apoyos a la coalición de naciones que apoyan la Asamblea Nacional como poder legítimo, y por consiguiente al presidente Guaidó en su rol de mandatario interino.
A juicio de Benigno Alarcón, esta tarea del dirigente de Voluntad Popular no chocará con las funciones que ejercen otros representantes del gobierno interino en el exterior, como por ejemplo Julio Borges, comisionado presidencial para las Relaciones Exteriores. “Borges no es el único vocero, esas distinciones se pueden ver en los gobierno normales. Habrá una vocería compartida, de alguna manera y que no chocará con las funciones de cada uno además del liderazgo que representa cada dirigente, que no puede ser ignorado”.
La intención de hacer esa gira de López no es hacer la función de canciller, considera el director del CEP UCAB, sino el de “buscar más apoyo y ratificar los existentes, además de tratar de convencer a esos gobiernos que actualmente apoyan al interino de ejercer más presión contra el régimen venezolano”.
Mientras que la consultora Paola Molina resalta que la labor de Borges y López será un buen canal para aumentar el lobby internacional y fortalecer las alianzas existentes. “Es importante una articulación de todos los esfuerzos y factores en aras de buscar los mejores resultados para los venezolanos. No hay que perder de vista que cada gobierno está centrado en sus políticas internas por la pandemia de covid-19, lo que debilita la respuesta que puedan tener sobre Venezuela”.
La oposición debe tener claro que su activismo y el lobby internacional forma parte de su agenda, pero no lo es todo, critica la especialista. “Sigue habiendo un vacío a lo interno de liderazgos, que pongan la agenda interna por encima de la agenda externa, reevaluar la conducción externa y los pocos resultados obtenidos a lo interno. Se trata de diseñar estratégicamente los pasos para resolver, en primer lugar la crisis humanitaria y en segundo lugar mantener la presión en una convocatoria a elecciones libres, justas y transparentes”.
Seguro continuará con la línea de trabajo que ha llevado hasta ahora, acotá el politólogo Óscar Vallés. «Es importante que mientras más voces puedan abonar para lograr una transición en Venezuela, hay que verlo con buenos augurios, indistintamente que sabemos hay un sector del país que adversa a Voluntad Popular y al gobierno internino, siendo aún de oposición. A pesar de estos factores internos, en el concierto internacional, donde López tendrá que jugar una labor importante con o sin Borges, tienen que promover el terreno de unas elecciones libres y castigar delitos de lesa humanidad».