Tragicomedia en Puerto Cabello, por Simón Boccanegra

Si no fuera tan grave para la gente de Puerto Cabello, esto que les voy a contar sería un excelente sketch para Radio Rochela o para Los Tres Chiflados. Resulta que la represa de Canoabo, que surte al puerto carabobeño, está necesitada de unas reparaciones. Con el sesudo argumento técnico de que «ya vienen las lluvias», algún genio de Hidrocentro tuvo la luminosa idea de vaciar el embalse. Dicho y hecho. Pero hete aquí que la caprichosa Madre Naturaleza no ha actuado conforme a las previsiones «técnicas» de los sabios de Hidrocentro y las lluvias no han llegado. Ni siquiera nubes hay en el límpido cielo porteño. Pero lo que sí llegó fue una crisis del carajo en Puerto Cabello, que se quedó sin agua de la noche a la mañana. La población anda furiosa, buscando a la gente de Hidrocentro, y el gobierno regional se ha visto obligado a importar desde Canadá unas enormes cisternas para hacerle frente a este menudo problema. Los ingenieros que tomaron esa decisión deben haberse sacado el título en una caja de detergentes.