Traición a la patria, por Simón Boccanegra
Rodríguez Chacín ejerció el ministerio el Interior en 2002 por tan poco tiempo que el país no tuvo la oportunidad de ver si el hombre tenía algo en la bola o no. Pero ahora, no más instalado nuevamente en el ministerio, soltó hace pocos días una declaración, según la cual todo venezolano que solicite ayuda a las autoridades colombianas para rescatar familiares secuestrados por los gallardos soldados de las FARC es un traidor. Por lo visto, parece un digno sucesor del inefable Pedro Carreño. ¿Qué idea de sí mismos tienen los próceres que nos gobiernan, que los lleva a pensar que todo cuanto hacen es moralmente superior, éticamente irreprochable y políticamente inobjetable, en tanto que todo cuanto provenga de otros no lo es? Según nuestro ilustrado capitán de navío (r), que los colombianos ocurran a nuestro gobierno para que este interceda ante los secuestradores es admirable, pero que igual conducta por parte de venezolanos ante el gobierno colombiano, para que este haga lo propio, sería nada menos que una traición a la patria. ¿Será que estas gentes no perciben el absoluto ridículo y la total inconsistencia de sus palabras? Una vez Rangel les sugirió que dejaran el estribillo de acusar de todo a la CIA porque estaban desgastando el argumento. Debería pedirles que hagan lo mismo con la acusación de «traición a la patria». Es lo primero que sale de los labios de los dirigentes del chavismo cuando quieren atacar una posición política.Todo es traición a la patria. Han banalizado tanto el concepto que ya la gente ni le para. A palabras necias, oídos sordos.