Transitar la transición, por Aglaya Kinzbruner
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«El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho», dijo Miguel de Cervantes y Saavedra, el afamado autor del Don Quijote sobre la afición a la lectura. El Manco de Lepanto era un hombre sabio y priorizaba las cosas más importantes.
Y ¿qué es realmente importante? No dudamos en contestar, los niños. Los niños hambrientos y no escolarizados que andan por ahí viendo a ver si tumban un mango para comer algo, los niños que limpian parabrisas a ver si alguien les da lo suficiente para comprarse un cachito para saciar su hambre. Hay cosas que pueden esperar y otras que no.
A esos niños y jóvenes hay que sacarlos de las calles y formar grupos de voluntarios que les enseñen a leer, escribir y darles al menos un plato de comida. ¿Para empezar cuándo? La respuesta es muy clara: ayer es tarde. Y decimos ayer porque es en la infancia cuando mejor se aprende. Un cerebro joven graba todo lo que ve, todo lo que oye.
George R. R. Martin, famoso escritor y guionista norteamericano, autor de obras tan famosas como el Juego de Tronos solía decir:
He vivido
Mil vidas
Y amado mil amores
He caminado
Por mundos lejanos
Y visto el fin
Del tiempo
Porque leo
Según el historiador y escritor israelí, Yuval Harari, en este siglo se está empezando a destacar un abandono pronunciado de los pobres porque los países ya no necesitan grandes ejércitos para posibles guerras ni muchos empleados para las fábricas porque la diosa IA, la Inteligencia Artificial, se encargará de todo de forma mucho más eficiente.
Sin embargo, para los adoradores de esa diosa, tenemos noticias. Esa diosa está en pañales todavía, esos hermosos pull ups hechos de tela, tratados con vitamina E y aloe vera, elástico en la cintura, tipo ropa interior, y que ¡valen un Potosí!
Tan en pañales está que Mac Donald’s dejó de usar la IA para tomar órdenes de comida, después de una cantidad de incidentes problemáticos. A una señora que estaba en la cola de carros y que ya había hecho su pedido, le trajeron un helado ¡con cubierta de tocineta frita! (BBC) y a otra unos nuggets con un vuelto de ¡cientos de dólares! El dinero que se iban a ahorrar en personal se desvaneció por culpa de una app que realmente no era ¡tan inteligente!
Los seres humanos podríamos ser mucho más felices si tuviéramos un ikigai, una misión. ¡No hay nada tan hermoso como ayudar a un niño, muchos niños!
Aglaya Kinzbruner es narradora y cronista venezolana.
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